Escena B (Lola y Marcos)

Al llegar al borde del lago Lola, Marcos y Aixa encuentran un bote atado con un candado a una vara. Las llaves son las del candado de la vara y otros que sujetan los remos que sirven para desplazarlo por el lago. Al echarle una ojeada al lago puede verse como esta lleno de porquería demasiada para el gusto de cualquier que deba limpiarla. Dentro de la barca también hay dos limpiadores de piscina con redecilla, así que uno deberá encargarse de remar mientras los otros recogen la porquería.

Spoiler:

Un paseo en barca... no era el yate que tenían sus padres, pero era mejor que limpiar. En el fondo de su interior sospechaba que no iban sólo a montar en barca.

Iba la porreta, cuyo nombre Marcos no recordaba, y Lola, o Dolores, cuyo nombre si registró. No recordaba bien que nombre le dijo cuando hablaron en las escaleras, pero una vez el, llamémosle ser que tenían como monitor se lo recordó, ya dificilmente lo olvidaría.

Dio gracias a Dios por el grupo de personas con las que le había tocado currar hoy, aunque otro día no tendría tanta suerte, de entre todos, los únicos que le daban algo parecido a buena impresión es el Hipster, y Lola.

— Supongo que alguien tendrá que remar... — Marcos se dirigió a sus compañeras.— Yo he estado diez años en un club de remo — dijo orgulloso.— Pero si alguna quiere no voy a ser yo el que os prive del placer de tener vuestras propias ampollitas.

Marcos se subió a la barca como si tal cosa, el estanque estaba sucio, pero se había caído en muchos otros peores.

Cuando escuchó el nombre del parque se quedó alucinada jooooooder ¡pero si era un parque inmenso!, ¿de verdad iban a limpiarlo 10 o 12 chavales?. Bueno y eso si todos trabajaban, que lo veía difícil: unos se sentarían a la bartola, como Marcos, otros a liarse unos porros, como Aixa, y los cuatro subnormales de siempre, incluida ella, tendrían que hacer el trabajo de los demás...
En fin, para qué quejarse Lola, hazlo y hazlo rápido y antes saldrás de aquí...

Cuando llegaron al parque y vio el "lago", que parecía sacado de la ciénaga de la peli esa del ogro que le gustaba a su hermano, no sabía si le daba más asco imaginar lo que habría en el fondo y toda la mierda que saldría de allí o al imbécil del monitor volviendo a guiñarle un ojo. Qué asco de tío ¿es que no se ha dado cuenta de que ella es menor y de que, además, él es un tipo al que pocas mujeres tocarían?.

En fin, manos a la obra, todo lo que les hacía falta se lo había dado el conserje y por lo visto los vecinos estaban más que acostumbrados a ver a los de los servicios comunitarios, porque mientras iban por la calle nadie les hizo ni puta caso.
Se subió en la barca con cuidado, nadie querría caerse ahí, mientras contestaba al chico

- Pff... Mientras no nos hundamos en esta mierda de estanque a mi me vale. -[/b] No tenía mucha idea de cómo debían hacerlo, miró a un lado y al otro, claramente había que limpiar allí pero hubiera preferido mil veces cualquier otra zona que esa; además en verano aquello apestaba debido al calor.
- ¿Por dónde se supone que tenemos que empezar? -

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Aixa se mantuvo expectante casi todo el tiempo. Al ver el estanque hizo una mueca el bote le dio aún más repelús. Cuando Marcos habló ella negó con la cabeza:

- Esto no me mola nada.

Y a la respuesta de Lola aseguró:

- Supongo que con las redes y con los pinchos tenemos que recoger la basura de la superficie. Esto lo usaba mi primo en la piscina de su chalet. – señaló los palos con las redecillas.

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— Bueno, como ninguna me dice nada... entiendo que me dejáis — Marcos cogió los remos. Simplemente no se veía limpiando, no lo hacía con su cuarto, no lo iba a hacer con eso.
La gente era una guarra por tirar todas esas cosas al estanque sin importarle nada, aunque él no era el más indicado para hablar, en sus paseos en yate su mierda y el pis ¿A dónde iba?... al mar.

— Tened cuidado al entrar no vaya a ser que os caigáis.— Esperó a que las señoritas decidiesen entrar por su propia cuenta en la barca. Verdaderamente sería una lástima que se mojaran o quizás no... — Es inestable.

Marcos sería lo que fuera, pero no era un gilipollas (la mayoría del tiempo). Ofreció la mano a Lola para que entrara en la barca y luego haría lo mismo con la porreta.

Se había conseguido escaquear disimuladamente, la verdad es que no tenía ganas de remar... Aunque seguramente se arrepentiría un poco de no haber elegido los remos al comenzar a limpiar.
Se encogió de hombros con una sonrisa

- Claro, para ti los remos que eres el hombre ¿no? ¡jajaja! - aceptó la mano que tan amablemente le ofreció el chico, un gesto qué le sorprendió y le agradó a la vez, y logró sentarse en aquella mierda de barca.
Mientras su compañera hacía lo mismo ella cogió uno de esos palos con red para recoger toda la mierda, era prácticamente lo mismo que se utilizaba para limpiar las piscinas, sólo que aquí el agua era verde.
Cuando Aixa ya estaba segura dentro de la barca se asomó un poco al agua, con algo de miedo al principio, para cazar una botella de cerveza que estaba flotando por ahí; abrió la bolsa enorme bolsa de basura y la echó dentro sin mucho miramiento. El ruido le aconsejó que quizá sería mejor no volver a hacerlo así, sólo le faltaba cargarse la barca que parecía ser de papel.

- Oye ¿a qué hora se supone que terminamos?, es que no podía escuchar al gordo ese después de verlo y ver que era igual que el dibujo... - No estaba segura si les habían dicho el horario o no, aunque seguramente sus compañeros tampoco hubieran escuchado demasiado...

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Aixa no se opuso para nada a que el remara y aceptó la ayuda con un ligero gracias. Mientras el chico remaba ella terminaba de liarse el antepenúltimo de la mañana.

- Pues creo que sobre las dos o así. Pero vamos yo me piro fijo a esa hora, que a las cuatro entro a currar. – ella hizo una mueca y pasó la lengua por el papelillo y les miró a ambos. – ¿Vosotros que hacéis de normal? Quiero decir, ¿curráis? ¿estudiáis? ¿vivís del cuento? - al decir esto último miró a Marcos.

Qué bien, la chica era trabajadora. Bueno, al menos podía tener la conciencia tranquila al saber que se estaba fumando su propio dinero.

— Genial — otra vez le recordaban de qué hora hasta qué hora estarían allí.

Uh, aquello no le moló nada a Marcos, le había llamado mantenido en toda la cara. No iba a caer en la trampa de una porrera, eso desde luego.

— ¿Yo? Estudio, voy a entrar en la Facultad de Derecho en cuanto acabe el verano. Pero no te culpo por creer que vivo del cuento, hay algunos que nacen con suerte...— <<y otros que no.>> dijo mirándola directamente a los ojos.

Marcos hizo palanca con el remo para sacar la barca, el mono era bastante incómodo para remar así que con unos cuantos balanceos se lo desabrochó hasta la cintura y se ató las mangas delante a modo de cinturón. Así podía remar mejor y tenía menos calor.

— Vámonos — dijo ciando un poco la barca para darle bien la vuelta. Las mujeres a limpiar, y él a remar.

Lo que le faltaba, la tal Aixa liándose otro porro mientras Marcos se defendía, sin mucho éxito, de no ser un mantenido.
No me jodas, ¿cuántos años tendrían sus compañeros?, poco más o menos como ella así que los dos eran unos putos mantenidos, como ella; la verdad es que se la sudaba bastante que su compañera trabajara o no, de hecho lo que más le interesó de la conversación fue saber que salían a las dos ¡con el puto calor que hacía!. La próxima vez se llevaría una botella de agua o algo, sólo le faltaba ponerse enferma y caerse encima de toda la mierda que limpiaba, entre esos cristales esperaban más enfermedades contagiosas de las que ella conocía.

No quería ponerse a contarles su vida a esos dos, y mucho menos decirle a nadie que había solicitado plaza en un FP de mecánica... Que vamos a ver, le daba igual que la tomaran por lesbiana, de hecho algún que otro morreo le había dado a alguna tía y no había estado mal... El caso es que no sabía cómo ser agradable, ya que tenía que pasar con ellos todo el verano, y a la vez pasar del tema. Lo mejor en esos casos siempre era fingir interés por los demás.

- ¿Derecho? - eso sí que le había hecho gracia, seguramente a más de uno de los que estaba en los SC necesitaría uno en un par de años ¡o menos!, pero Marcos no parecía estar hecho para atender a pobretones... Como no pudo ocultar la risa, se disculpó - Perdona, no sé... Es que me hace gracia teniendo en cuenta donde estamos, sólo eso... - Dejó que su culo se asegurara en la barca cuando el chico empezó a alejarse de la orilla y miró a la porrera - ¿Y tú en qué estás currando?, aunque conforme están las cosas tienes suerte de tener curro, la verdad...-

Eso, como los viejos: el tiempo, el trabajo... Siempre eran buenos temas vacíos de conversación.

- Pues trabajo en un bar, aquí en Orcasitas, el Marisol. La verdad es que he tenido potra, la madre de mi amigo Jonas necesitaba alguien para currar y bueno yo ya tenia experiencia del bar de mi padre en Vigo, así que me ha contratado. Es una buena tipa. – Aixa se colocó el porro detrás de la oreja y les miró a ellos – Si queréis veniros algún día a tomaros unas cañas, estáis invitados, el sitio es un poco antro pero damos tapas generosas y bueno puedo poner la música que quiera mientras no haya fútbol en la tele.

Marcos arqueó una ceja. No sabía qué tenía de gracioso.

— Es igual...- Marcos lo dejó por imposible. — Botella a babor — era un botella de cerveza en la que se podía leer un algo parecido a Cruzcampo en la etiqueta.— Espero que no pretendan que metamos toda la mierda en la barca, porque de ser así nos vamos a hundir.- Claro que la idea de ir con toda la basura en los pies tampoco era agradable.

Ahora se ponían a hablar de curro, ¡Aburrido!. Marcos se concentró en remar sin poder evitar escucharlas.

<<No ha sido potra, ha sido enchufe>> Resulta que la que hace un momento insinuaba que era un mantenido trabajaba en un bar por enchufe. No lo dijo en alto porque él era mejor que eso.

— Si con eso quieres decir que nos invitas a la primera, hecho— dijo, nunca rechazaba una invitación a tomar algo.

En cuanto dijo que el bar estaba en Orcasitas dejó de hacer falta que aclarara que era un antro, eso Lola ya lo daba por hecho porque pocos bares en esa zona se libraban de aquello.
La conversación iba por buen camino, a pesar de que al chico no parecía haberle gustado mucho que se riera: se había librado de contestar y encima la tal Aixa parecía maja. Le sorprendió que Marcos aceptara la invitación y ella lo hizo segundos después.

- Bueno, casi todos los bares por aquí son antros, seguro que el tuyo no es el peor de todos y si te pagan cuando te tienen que pagar ya te puedes dar con un canto en los dientes... Pues por mi perfecto, podemos pasarnos Marcos y yo una tarde, o cuando salgamos hoy ¿qué te parece? - Miró al muchacho que avisaba sobre la botella de cerveza, no lo conocía de nada pero no quería ir sola al bar porque Aixa estaría trabajando y beber sola en una barra es de lo más triste que hay en el mundo; al menos si estaba él tendría otra persona con la que hablar. Obviamente puede que a él no le pareciera tan buena idea, pensó de repente, así que un poco más insegura añadió - Bueno y si no puedes o lo que sea, pues otro día... -

Se agachó con cuidado para coger la botella de cerveza, era una de esas nuevas que había sacado Cruzcampo que no pesaban. - Qué gente más cerda, mira que he hecho botellones y nunca hemos dejado tanta mierda alrededor - eso no era del todo cierto pero después de un botellón no estaba como para acordarse de cómo había dejado el sitio.

No muy lejos había una bolsa negra de basura flotando - Rema un poco hacía la derecha que coja eso, anda - derecha e izquierda era mucho más fácil, nunca había sabido dónde cojones estaban babor y estribor.

Aixa asintió:

- Si metemos toda esa porqueria tenemos que salirnos nosotros.

Ante la propuesta de Lola no hizo otra cosa que encogerse de hombro.

- Por mi venid cuando queráis, yo trabajo casi todos los días.

Mientras Lola refunfuñaba Aixa se dio cuenta de algo y señaló a la orilla de los escalones

- ¡Pero que cabrones! Mirad lo que están haciendo.

Fera del agua el grupo de Juaniyo, Leo y Yolanda estab<an tirando la basura al agua.

— Perfecto — Había cambiado sus garitos exclusivos por baruchos y tabernas, ni que estuviera en los bajos de Argüelles... Por no decir que sus nuevos compis no tenían ni la mitad de dinero que los suyos ni la misma categoría. — Una birra es una birra — Más mala o buena, si es gratis, sabe mejor.— A mi me da igual, cuando quieras vamos.— se encogió de hombros.

Bueno, él si había hecho botellones, y por lo que menos se preocupaba era dónde dejaban las botellas, estaba demasiado ocupado en no caerse o no vomitar encima de su novia.

— Estribor — dijo con una sonrisa para indicarle que la derecha era eso. — Cuidado no te caigas

Marcos se acercó a la barca y miró hacia donde lo hacía la porros.

— ¡Serán cabrones! — dijo enfadado al comprobar que era cierto lo que decía Aixa. Rápidamente, encendido por la ira comenzó a remar como si estuviera en el ergómetro hacia ellos. La barca se movía rápida, pero se tambaleaba, no tanto como para que se cayeran, pero sí lo suficiente como para temer caerse.

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