[Cabaña 21]Una propuesta antes de dormir (S4 Mayo)

27 de Mayo - a 24 días del Solsticio

Hacía ya más de una semana que Coralie le había explicado sus intenciones. Y Alida había accedido ayudar. Eso implicaba encontrar más gente que colaborara... pero también implicaba que la cabaña de Hécate iba a estar expuesta.

Alida tenía claro que no podía hacerlo sola. Y que no podía hacerlo sin explicar nada a sus hermanos. Y, sobretodo, que Mistral debía saberlo. Si no no se lo perdonaría nunca. Aún así, había ido dejando pasar los días, buscando el mejor momento para introducir el tema... sin llegar a encontrarlo.

Esa noche, Alida decidió que tenía que hacerlo, costara lo que costara. La fecha clave se acercaba demasiado...

- Oye, Mistral... La próxima captura de la bandera... ¿se sabe ya qué día es? -preguntó con timidez. En la sala, varias cabezas se levantaron para mirar quién había roto el acogedor silencio que reinaba, y Alida se preguntó si había hecho bien eligiendo un día y un momento en que la mayoría de sus hermanos iban a escuchar la conversación. Si todo salía bien, quizás alguno se animara a ayudar. Pero... ¿y si no? La situación podía volverse muy incómoda...

Los chicos de la cabaña 21 se mantenían en el salón compartiendo el espacio en comunidad fraternal. Melinda jugaba a las señas con Roger mientras Mistral supervisaba la lectura de Jack y Tesse. Alida era la única que se mantenía algo apartada del grupo. Hasta la pregunta. Mistral levantó la mirada hacia su hermana.

- Supuestamente es dentro de tres días. - respondió afable.

- ¿Solo tres? Creía que nos quedaban por lo menos cinco. - dijo Melinda metiendo baza. - ¿Y de qué lado estamos nosotros? ¿Por qué no has hablado del tema?

Mistral suspiró con resignación mientras Tesse y Jack se miraban de reojo y Roger mantenía los ojos muy abiertos (su forma de decir que estaba especialmente interesado en algo).

- Porque no estamos de ningún lado, al menos por ahora. Hay muchos mensajes contradictorios, Melinda. Solo se sabe de un bando, los de Ares contra los de Hefesto. Pero nadie aclara nada. El resto de cabañas no se deciden por uno u otro, aunque Clarisse y los suyos achuchen para que nos unamos a su causa. Las últimas veces que nos hemos enfrentado en el terreno de juego con rencillas personales de por medio las cosas han acabado muy mal. Incluso me estaba planteando sugerir a Quirón que la cabaña 21 no iba a participar.

- ¿No participar? - intervino Jack dejando el libro a un lado definitivamente - ¿Por qué? Es el único momento en el mes en que el resto de cabañas nos toman en serio. Y es divertido...

- Pelear entre nosotros no es divertido. - respondió la jefa de la cabaña con rotundidad - Hay gente que se hace daño intencionadamente. Esto se supone que es una preparación para lo que nos pueda suceder fuera, no una excusa para odios y rencillas personales.

- Pero... pero... - Jack no parecía convencido. Era evidente que el disfrutaba con la captura de la bandera - Tesse, di algo...

La morena puso los ojos en blanco y siguió con su libro.

- Yo... yo tampoco... A mí tampoco me gusta la captura de la bandera -dijo Alida, tras un par de intentos fallidos de hablar.- Ni que se use para... -hizo memoria de las palabras de Mistral- odios y rencillas personales. Pero esta vez tenemos que participar.

Tras decirlo se arrepintió, sintiendo que había quedado demasiado rotundo. Por eso carraspeó e intentó que el tono fuera más casual cuando volvió a hablar.

- Bueno, yo tengo que hacerlo, en cualquier caso...

- ¿Es por esa chica, Coralie Chassier? - preguntó Mistral entrecerrando los ojos. Tras la mirada alertada de Alida, la jefa de la cabaña veintiuno se encogió de hombros - Te he visto varias veces con ella. Tal y como se han puesto las cosas es lógico que participe, su reputación está en juego. Pero ¿por qué tú? ¿Tan bien os lleváis que quieres probar suerte?

- Si Alida va yo también - replicó Jack. - Los chicos de Hefesto me caen bien. Podríamos hacer piña y darles a los de la cinco una paliza.

- O dártela ellos a ti, memo - repuso Tesse dándole con el libro en la cabeza - Los de Hefesto saben fabricar armas pero usarlas es otro cantar. Nuestra magia no será suficiente contra Clarisse y sus aliados y lo sabes. Si pretendes ganar tienes que ponerte de su parte, no en su contra.

Roger carraspeó y señaló a Alida y luego a sí mismo.

- Roger dice que si Alida va, él también - tradujo Melinda aunque todos le habían entendido perfectamente.

Mistral negó con la cabeza.

- Tesse tiene razón. Es demasiado peligroso y no nos jugamos nada. ¿Por qué tenemos que tomar un bando? Me encantaría ayudarte, Alida, pero si te digo la verdad la señorita Chassier tuvo mucha suerte el otro día al llegar el robot y salvarla de las garras de Clarisse. En otra circunstancia, esa mole le habría aplastado y estaría todo un mes en la enfermería. He visto parte de tus progresos con O'Leary y el nuevo de Hermes, pero aun te veo muy verde para un combate así. La captura de la bandera exige luchar, no solo esconderse. Y sin un buen plan, solo lograríamos perjudicarnos a nosotros mismos.

- Cora no quiere enfrentarse a los de Ares... -dijo Alida, sabiendo que era inútil negarlo.- Al menos no abiertamente. Y sí tiene un plan. Y... no implica combatir, si es lo que te preocupa, Mistral. Por eso... por eso he accedido a ayudarla. No tenéis... no tenéis por qué colaborar. Si bien es verdad que nos vendría bien la ayuda... solo necesito que la cabaña participe en la captura para que nadie sospeche de que yo esté ahí. Luego podéis quedaros al margen.

Alida calló un momento. Sabía que sus hermanos esperaban más datos pero ni siquiera ante ellos se atrevía a traicionar la confianza de Cora. Sabía que tendría que acabar contándoselo a Mistral. Pero Tesse y Jack tenían demasiadas ganas de ganar como para que lo soltara a la ligera...

- Lo siento. No os puedo contar en qué consiste el plan si no estáis dispuestos a colaborar en él...

- Desde el desconocimiento de vuestro plan, Alida, todo lo que comprometa participar en la captura de la bandera exige de un enfrentamiento. Será menos físico o más, pero créeme, he visto de todo aquí. Chassier no querrá enfrentarse a Ares, pero sus chicos sí quieren. Y lo conseguirán. - sonaba muy desesperanzador así que Mistral decidió cambiar el tono y apoyar una mano en el hombro de Alida - Tu amiga es una gran chica. Tiene mucho valor y mucha entereza al enfrentarse a gente así. Pero a veces eso no es suficiente. Para demostrarle a Clarisse y los suyos que no somos su comparsa, hay muchas formas. Pero tu amiga ha escogido la más problemática. Si yo anduviera por mi cuenta, no habría tardado dos segundos en apuntarme a su bando. - Jack iba a meter baza de nuevo pero Mistral le frenó con la mano - Sería una irresponsabilidad que metiera a toda mi cabaña en el conflicto por mis convicciones y si las cosas salieran mal para alguno de los míos, me sabría peor.

Alida empezó a dar por hecho que Mistral no iba a entrar y sin embargo...

- Eres de los nuestros, Alida. Eso me obliga a replantearme si dejaría que uno de los míos corriera su suerte sin yo hacer nada por evitarlo. - miró al grupo - Los que vengan conmigo, deben ser conscientes de las consecuencias. Porque tendremos que defendernos los unos a los otros hasta nuestro último aliento.

- ¿Eso significa que contamos contigo? -la cara de Alida se iluminó al darse cuenta de lo que significaban las palabras de Mistral.- ¡Gracias! No sabes lo tranquila que me deja saberlo... ¿y vosotros? -preguntó la chica a mirando a los demás.

Mistral asintió aunque su mirada no era precisamente alegre. Sus ojos reflejaban pesar y cansancio, mucho cansancio. Aun así, intento sonreír para que Alida se mantuviera animada.
Roger insistía con la mano levantada y Jack dio su aprobación tras un grito. Hasta Melinda se mostró deseosa de participar. La única que se mantenía ajena era Tesse. Mantenía el ceño fruncido y les miraba sin decir nada por encima de su libro de lectura.

- ¿Qué hay que hacer? - preguntó Jack. - ¿Tenemos algún nombre de equipo? Podríamos diseñar un grito de guerra, para asustar a los de Ares y que sepan que no les tenemos miedo.

- Recuerda que son hermanos de Deimos, memo. Asustarles no les vas a asustar. - contestó Melinda.

- Es igual. Si tu mueves las ramas de los árboles mientras ellos pasan por su lado y oscurecemos un poco el ambiente, ya no se sentirán tan valientes.

Mistral les mandó callar. Antes de empezar a planear nada, tenían que saber qué había pensado Alida.

- Bueno... cualquiera de esas cosas puede ser útil para tenerlos entretenidos... -dijo Alida, buscando la manera de decirles cuál era el plan de de Cora.- Se trata de que no se den cuenta de que nuestra intención es hacer algo que no se ha hecho hasta ahora. Pero no solo ellos. Nadie. O sea que, en realidad, no perteneceríamos a ningún equipo...

Alida se dio cuenta de que se estaba explicando muy mal. Sus intentos por hacer más llevadera la noticia, más fácil de explicar, no funcionaban y sus hermanos no estaban entendiendo a qué se refería.

- El plan es capturar las dos banderas -dijo. Pretendía decirlo de forma decidida y de golpe, pero en realidad su voz pareció un murmullo cuando lo dijo la primera vez, y tuvo que repetirlo un par de veces hasta que fue capaz de decirlo lo suficientemente fuerte como para que se oyera, y aún así se oyó en un tono muy bajo.

El silencio reinó en la sala cuando Alida soltó su plan y solo fue roto por el bufido incrédulo de Tesse que definitivamente dejó el libro a un lado.

- ¿Las dos banderas? ¿En serio? ¿Os habéis vuelto rematadamente idiotas?

Jack y Melinda parecían buscar qué decir pero no les salían las palabras mientras que Mistral seguía con el ceño fruncido. En cuanto a Roger, parecía haberse quedado de piedra.

- ¿Para qué se supone que competís entonces? ¿Para dejar a los dioses en ridículo? ¿Para reiros de ellos? ¿Sabéis cuanto tardaréis en ganaros su cólera? - continuó diciendo Tesse sin apartar el tono de reproche - Es su competición, son sus reglas. Si las cambiais lo sentirán como una ofensa mayúscula. Podemos no participar pero no robarles las dos banderas.

- Desde luego es un plan con mucho riesgo. - opinó Mistral.

- ¿Mucho riesgo? Es un plan suicida. Ya no es solo que os destrocen los de Ares, que lo harán. Se os va a echar encima todo el campamento.

- No sabemos cuantos podrían apoyarnos, Tesse.

- Mistral, ya sé que quieres ayudar a nuestra hermana pero una cosa es echarle un cable y otra tirarse a un precipicio por hacerla sentir mejor. No sé si me entiendes... - le molestaba ser la única que viera la realidad - ¿La cabaña de Hefesto también apoya a esa lunática? Pues si lo hacen son unos alelados. Lo que necesitan son aliados, no más enemigos. Atenea no les va a apoyar. Todos sabemos que sus chicos disfrutan como nadie de esa competición. Tampoco lo hará la de Némesis, ni Apolo y ni mucho menos la de Dioniso. Olvidaos de Zeus o Poseidón. Ni siquiera Démeter, Hermes o Hades. Y todos sabemos que los chicos de Perséfone están en su mundo, los de Pan no compiten y Hestia y Hera no tienen participantes. Faltaría saber qué dice Iris. ¿Conclusión? Vais a estar más solos que la una.

- No necesitamos ser muchos para conseguirlo... -dijo Alida en un susurro. No le había gustado el tono de Tesse.- Si no quieres participar nadie te obliga, Tesse. Es lo primero que os he dicho. Y no he dicho que fuera a ser fácil. Y tampoco que quisiéramos enfrentarnos a los de Ares. Todo eso lo habéis deducido vosotros solos. No soy idiota -Tesse había hablado de ella con Mistral como si lo fuera, y le había dolido.- Llevo aquí dos años, sin salir del campamento para volver a ninguna casa. Sé lo que significa capturar las dos banderas. Y sé que los dioses pueden enfadarse. ¡Y sé lo que significa que se enfade un dios! Pero no voy a dejar de hacer algo por el miedo a que se enfade mi madre, o Zeus, o Atenea, o quien sea. Hablamos como si ellos siempre hicieran las cosas bien y no es así... ¡Y nos usan para conseguir lo que quieren! -al decir eso, Alida recordó cierta conversación con Hestia un año antes-. Tú tal vez te guíes por contra quién tendrás que luchar o quién puede enfadarse por lo que hagas. Yo me guío por lo que siento, por lo que dicta mi conciencia. Y mi decisión es ayudar a mi familia. ¡Y como no tengo familia yo elijo quién pertenece a ella! Y he decidido que Cora ahora forma parte de mi familia y haré por ella lo que sea. Y si de paso aprovechamos para decirles a todos que el sistema que tenemos montado no funciona, pues mejor. Porque, ¿qué te crees que consiguen con ello? Nos empujan a llevarnos mal con unas cabañas y bien con otras. ¡Al entrar en el campamento perdemos la identidad! ¿No os habéis dado cuenta? ¡Nos convertimos en hijos de alguien y dejamos de ser alguien! Y por ser hijos de unos nos tenemos que llevar mal con los hijos de otros. Y al que se sale de la línea le miran mal y lo dejan de lado. ¿No os habéis dado cuenta? Nadie entra en la cabaña de Hestia, ¿por qué? ¡Porque los propios dioses casi han olvidado que existe y nos hacen olvidarlo a nosotros! Nos hacen olvidar que aquí, en el fondo, todos somos familia... todos somos la misma gente. Y, con ello, nos obligan a luchar entre nosotros.

Cuando acabó el discurso, Alida estaba acalorada. Había dicho mucho más de lo que quería y ya no estaba segura de haber hecho bien. Sabía que muchas veces era mejor callarse las opiniones antes de hacerlas públicas y buscarse un problema.

- Yo... haced lo que queráis. Si no queréis participar porque lo veis muy difícil lo entenderé. Solo os pido que no le contéis a nadie cuál es nuestro plan y que no os interpongáis en nuestro camino cuando lo llevemos a cabo. Creo que... creo que es justo pediros esto después de haber confiado tanto en vosotros...

- ¿Queréis cambiar la realidad? ¡No sois más que un grupo de chavales ilusos! - se defendió Tesse - Me parece perfecto que os guiéis por vuestra conciencia suicida pero eso solo logrará que...

- ¡Tesse, basta! - Mistral se había levantado y miraba a su hermana con tal dureza que parecía poder desintegrarla solo con mantener la vista fija en ella - Si no vas a colaborar es mejor que te vayas.

La joven miró a su alrededor. El resto de sus hermanos la observaban con perplejidad y casi con desprecio. La morena hizo rechinar sus dientes pero no dijo nada. Cogió el libro del sillón y salió del salón hacia la fría noche.
Entonces Melinda y Jack comenzaron a hablar nerviosos de lo que se había comentado mientras Roger tiraba de la manga de Alida para que le hiciera caso. Mistral se mantuvo unos segundos aun de pie con la vista fija en la puerta por la que se había marchado Tesse.

- No sé que mosca le ha picado - comentó Jack al resto - Nunca la había visto tan enfadada.

- Tesse tiene su opinión al respecto, como todos. Debemos aceptar que no siempre esas opiniones son compartidas. Me gustaría que ninguno de vosotros le sacara el tema cuando la vuelva a ver, ¿estamos? - Mistral hablaba con la misma autoridad con la que había despedido a su hermana - Lo que ella nos ha querido trasmitir es que vamos a formar parte de un plan muy peligroso. A los dioses no les gusta que se les desafíe, lo toleran muy mal. Y aunque nosotros no robemos las dos banderas y simplemente le dejemos el camino libre para Chassier y sus amigos, ellos nos responsabilizarán como cómplices.

Roger entonces enseñó una moneda y la lanzó al aire. Por lo visto, Mistral entendió la pregunta.

- Sí. Es posible que Hécate también nos culpe. - Roger entonó un chillido ahogado - Es posible que todos ellos nos den la espalda. Aunque rezo a su sensatez para que vean que todo esto no es más que un simple juego. Lo siento, no puedo prometeros ninguna seguridad. ¿Seguro que queréis participar? Quiero que entendáis bien las consecuencias de todo esto.

Jack asintió vigorosamente pero Melinda ya no se veía tan segura.

- No me gustaría que Tesse me odiara por no compartir su criterio. Es verdad que los dioses tienden a meternos en sus problemas. Nosotros solo somos sus hijos. Sin embargo, la cabaña 21 hasta ahora se ha mantenido bastante neutral en esos conflictos. Nunca hemos sufrido el odio de ninguno más allá de las burlas al entrar de Clarisse y compañía. No sé, no me gustaría estar de pronto en el ojo del huracán.

- ¿Te vas a amilanar por unas cuantas predicciones apocalípticas? Ya sabes cuan pesimista es Tesse.

- No es eso, Jack. Es que... Estamos hablando de cambiar muchas cosas.

- No estás obligada a participar si no quieres, Melinda.

- En ese caso... Necesito tiempo para pensármelo - declaró la castaña. - Lo que sí puedo aseguraros es que tanto si participo como si no, no contaré a nadie de esto. Prometido.

Dicho esto, se levantó también y salió de allí.

- Es culpa tuya, Mis. No estás ayudando a que nos unamos para la causa. - le reprochó el rubio a su hermana.

- ¿Perdona? Estoy respondiendo a mi cargo. No puedo lanzaros a todos a la batalla sin que entendáis bien qué consecuencias tiene todo esto. No me lo perdonaría.

- ¿Qué consecuencias? Partís de la base de que los dioses son unos comeniños. Es cierto que algunos tienen un poco de mal genio pero también hay que saber apelar a su misericordia.

- Jack, no seas iluso. Dime alguna historia en que los dioses hayan sido misericordiosos cuando se les ha desafiado.

- Pero si solo es una captura de la bandera... - protestó el chico.

- Sabes bien que es más que eso. Desde el momento en que formamos bandos, es un simulacro de guerra. Es un o conmigo o contra mí. No hay bando neutral, Jack. No hay buenas intenciones. Eso no existe.

- Exacto -dijo Alida completando las palabras de Mistral.- Lo siento por Tesse y Melinda, que creen que podemos estar en el campamento siendo una cabaña neutral... pero no lo somos. Tarde o temprano no obligarán a elegir un bando. O para la captura de la bandera o para una misión, o para lo que sea... Y si voy a tener que elegir un bando, pues... elijo el mío, no el que me marquen ellos. -Se quedó callada un rato antes de continuar, y luego sonrió casi con tristeza.- Entenderé si vosotros tampoco queréis participar, aunque entiendo que si estáis aquí es porque apoyáis el plan... si es así, os agradezco mucho vuestro apoyo y colaboración, de verdad...

Alida hablaba con voz alicaída. No le gustaba cómo se había acabado desarrollando la conversación, pero tampoco podía hacer nada por arreglarlo ya. Dándose cuenta de que estaba tardando mucho a reaccionar ante las llamadas de atención de Roger, se giró para mirar qué quería y se quedó mirándolo, como preguntándole con la mirada qué le pasaba

Mistral no estaba segura de que Tesse prefiriera ser neutral pero decidió no decir nada. Jack seguía comentando ideas que se le ocurrían sobre lo que podría hacerse para entretener a los demás jugadores mientras Roger, que ahora tenía la atención de su amiga, señalaba hacia la ventana donde se podía ver la luna a través del cristal. Pero Alida no estaba segura de si era capaz de entenderle esta vez.

- ¿Cuantos otros saben del plan, Alida? - preguntó entonces Mistral - Creo que sería mejor poner estas ideas en común entre todos, no sea que al final nos estorbemos. Aunque también es más arriesgado. Por la noche podríamos reunirnos, o bajo pretexto de una actividad común durante el día. Aun así no nos libraremos de posibles mirones. A las cabañas 11, 10 y 14 les encantan los chismes. Tenemos que cuidarnos bien de que no se filtre nada de esto. No es por caer en vanos prejuicios pero... - Mistral se mordió el labio y observó a Roger por séptima vez señalar al cristal - No, Roger. No será novilunio por entonces. No tendremos ayuda extra. Y ya te he dicho que aunque fuera posible, dudo mucho que Hécate quiera echarnos una mano.

Roger se encogió de hombros y miró su reloj. No tenía los típicos números normales en el minutero sino nueve esferas que se movían alrededor del centro. La esfera más cercana, de color anaranjado, despedía un brillo rojizo. Alida vio otra que se parecía demasiado a la Tierra vista desde el espacio y que estaba prácticamente alineada con otra esfera especialmente luminosa. El niño chasqueó la lengua y volvió a ocultar el "reloj".

- No sé con quién habrá hablado Cora, pero yo no he hablado con nadie... Así que somos nosotros y Cora... y quien ella haya reclutado. Pero puedo hablar con ella y que me diga cuándo podemos reunirnos y... bueno, poner en marcha el plan, y todo eso -Alida hablaba cada vez más animada, sentirse apoyada por sus hermanos le daba fuerzas.- ¡Ay! ¡Gracias, de verdad! Si os digo la verdad no estaba segura de que fuera a pareceros bien... -dijo al final, descargando por fin lo que le carcomía.

- En ese caso, creo que es mejor dejar el tema como está - declaró Mistral volviéndose a levantar de su asiento - Os aconsejo que os vayáis a la cama ahora, y que no volváis a comentar el tema hasta que Chassier o Alida nos comuniquen algo, ¿os parece? Por lo que a la cabaña de Hécate respecta, por ahora no tomaremos ninguna decisión si no hay un mensaje previo de ellas. Es decir, seguiremos participando en la captura de la bandera igual que si no supiéramos de todo esto. - decidió por todos ellos - ¡Buenas noches a todos!

Con ese último comunicado, la jefa de la cabaña de Hécate se marchó a dormir. Melinda y Jack se rezagaron un poco manteniéndose en los sofás para charlar entre susurros. Roger, en cambio, se marchó justo después de Mistral como si le hubieran propinado una descarga.