[Cabaña 21]Abortando el plan(S5 Mayo)

30 de Mayo - A 22 días del Solsticio


Unas horas después del anuncio de Quirón y después de hablar con Coralie, Alida volvió a su cabaña. Tenía que contarles a todos que ya no había plan de captura de las dos banderas. No tenía muy claro cómo hacerlo. Pero tenía que hacerlo. Y esa dualidad hacía que estuviera un poco nerviosa.

- Chicos, ¿habéis visto a Mistral? -preguntó.

En la cabaña, el resto de sus hermanos parecían hablar del tema del día: el cambio de reglas en la captura de la bandera. Y eso hizo que Alida se pusiera todavía más nerviosa.

Spoiler:

- Mistral creo que se quedó hablando con Malcom, de los de la seis - respondió Melinda.

Había mucho entusiasmo. La decisión de los dioses había conmocionado al campamento y los chicos de la cabaña de Hécate no eran una excepción. Roger se mantenía mudo, prestando mucha atención a la conversación entre Jack, Melinda y Tesse. La morena lanzaba de vez en cuando un comentario cortante, Jack se reía y Melinda exponía sus ocurrencias intentando evitar que se le trabara la lengua, para mayor risa de los demás.
Fue entonces cuando Jack cayó en una cosa:

- Este cambio de planes nos imposibilita hacer tratos con Hefesto.

- Somos impares - arguyó Melinda.

- ¿No oíste a Quirón? Hécate y Némesis van a formar parte del otro grupo para que los equipos queden compensados. - comentó Tesse - Personalmente creo que nunca se podrán compensar, no depende tanto del número de cabañas de uno u otro lado como del número de sus miembros.

- En cualquier caso, ¿vamos a seguir con el plan? - insistió Jack.

Alida solo había oído que Mistral no estaba, al resto de palabras no había prestado atención. Solo fue consciente de que Jack le había hablado porque se le quedó mirando.

- Sí -contestó por inercia, y entonces cayó en la cuenta de cuál había sido la pregunta.- ¡No! -rectificó.- Bueno... -la chica respiró hondo antes de seguir. Necesitaba relajarse para no decir más tonterías.- No lo sé, Jack. Yo no... bueno, preferiría hablar con Mistral antes de... Voy a buscarla, ¿vale? -dijo al fin. Le incomodaba un poco hablar de ese tema delante de Tesse, pero tampoco quería dejar fuera a Jack y Roger, así que se forzó a añadir.- Bueno, si alguno queréis acompañarme a buscarla... -dijo mirando intermitentemente a los chicos.

Jack se ofreció.

- Tengo curiosidad por ver qué trazan los de Atenea. ¿Te vienes, Melinda?

- Eso, dejadme de lado - se quejó Tesse antes de que la otra pudiera responder - Soy la oveja negra de la familia. Debería estar acostumbrada.

Hizo una mueca de llanto y Melinda se quedó mirando a los otros dos con cara de circunstancias.

- Melinda, gallina - le dedicó Jack agitando los brazos. Su hermana le lanzó un cojín que Jack paró en el aire y esquivó después. - Cococococo.

- Menudo acompañante te has buscado, Alida - contraatacó la castaña.

- El más guapo y mejor. - replicó Jack con una sonrisa de oreja a oreja - Vamos, Ali, dejemos a la incompetencia personificada de esta cabaña. - le cogió del brazo y salieron antes de que Melinda pudiera lanzarles nuevos cojines.

Desde fuera de la cabaña seis se oían las voces de los jefes reunidos.

- ... Tal vez el antídoto sea efectivo. Hemos estado trabajando en él las últimas noches. Existe la posibilidad de que podamos contrarrestarlo, siempre y cuando se administre mediante un pinchazo. Como una flecha, por ejemplo. Es posible que los de la quince presten su somnífero a los de Apolo para que lo usen en sus flechas - decía Sammus - Pero no puedo estar seguro. Karen se ha guardado mucho de que hubiera alguna muestra circulando por ahí. Ni siquiera cuando mi hermano le sugirió que sería bueno que nos lo diera a conocer para fines médicos.

- Será hija de Hipnos pero eso no significa que sea idiota - le dijo Jack a Alida.

El rubio llamó a la puerta con dos sonoros golpes y las voces se callaron al instante. Un chico moreno se asomó por el quicio y les dirigió una mirada suspicaz.

- Soy de la veintiuno. Queríamos hablar con Mistral. - dijo Jack con su mayor expresión de inocencia.

El chico desapareció y al cabo de unos segundos se oyeron nuevos pasos y apareció Mistral.

- ¿Era necesario llamarme ahora?

No parecía muy contenta.

- Sí... ¡No! Bueno... -el rostro de Mistral hacía que Alida estuviera un poco nerviosa. Todo estaba cambiando demasiado rápido para su gusto.- Da igual, Mistral. Podemos hablar luego, supongo... Solo quería... Bueno... -Alida respiró hondo para darse valor. Ya que había molestado ya a su hermana, lo soltaría y ya está.- Quería hablar con vosotros sobre lo del otro día... -dijo bajando cada vez más la voz.- Coralie se ha echado atrás -continuó en un susurro- y bueno, como la captura es mañana... pensé que debíais saberlo y sería apropiado que habláramos del tema. No quería que tuvieras una reunión con los otros jefes con información... -Alida buscó la palabra adecuada antes de seguir- errónea. Pero no te preocupes. Si no puedes ahora, podemos hablar más tarde. No hay prisa... -al finalizar la frase, Alida miró significativamente a Jack. No se había atrevido a decírselo por el camino y esperaba que no se tomara muy a mal lo que estaba pasando.

- Las cosas se han puesto difíciles, sí - asintió Mistral relajando el tono. - Tuve la ligera sospecha de que algo así sucedería nada más nos dieron la noticia. Siempre ha existido la posibilidad de que el plan se filtrara y algo me dice que ha podido ser el caso. ¿Sabes si tu amiga ha recibido algún tipo de presión de algún lado para cambiar de parecer?

Jack permanecía ajeno a la conversación, retirándose a una distancia prudencial para que sus hermanas pudieran charlar con comodidad. Sabía de sobra que su jefa de cabaña se tomaría muy mal que tomara parte de algo que no le incumbía. No estaba el ambiente para chanzas...

- No pensaba contarle el plan al resto. - siguió diciendo la otra - No controlo como estos podrían tomárselo y no me gusta hacer nada que me replantee un imprevisto. ¿Cuántos aliados compensarían a los detractores? No lo sé. Desde que me planteaste la propuesta le he estado dando vueltas. Tal vez un par de cabañas se sumaran a la iniciativa pero no pongo la mano en el fuego por el resto. Muy posiblemente otros jefes se escandalizaran y se liara la de Troya. Efectivamente esta marcha atrás me tranquiliza. Para mí es mucho mejor no contemplar novedades. - aprovechó una pausa para echarse hacia atrás un mechón de pelo negro - En fin, ¿tienes alguna otra cosa más que hacerme saber?

- No... no creo que haya habido presiones de ningún tipo. En realidad, Cora está eufórica. Considera que ha ganado sin tener que luchar... -Alida lo decía con tono desanimado.- Yo no estoy de acuerdo con ella, de hecho... no sé. No me hagas mucho caso, Mistral, pero me da la impresión de que todos estos cambios han sido... bueno, que han sido precisamente para que Cora dejara de querer llevar a cabo eso. Tal vez algún dios nos escuchó y no le gustó la idea... o qué sé yo. A lo mejor todo son imaginaciones mías.

Escuchar el resto del discurso de Mistral hizo que sus ánimos se vinieran más abajo todavía. Si su misma hermana veía tantos problemas... ¿qué más podía hacer? Recordó la conversación con Hestia un par de años antes y se sintió un poco frustrada. Quizás no era tan fuerte como la diosa le había hecho creer...

- Tienes razón -dijo al fin.- Llevar a cabo el plan sería... una locura. Sobretodo si hubiera algo de verdad en mis... paranoias. No comparto el criterio de Coralie para echarse atrás, pero es evidente que ahora mismo no conseguiríamos nada. En fin, eso era, Mistral. No quiero molestarte más. Hablaré con Jack y con Roger para que lo sepan. Y... gracias por todo -Alida sintió el impulso de abrazar a su hermana. Aunque no estuvieran de acuerdo en todo, Mistral la había apoyado todo el tiempo y ése era un gesto que Alida tendría siempre en cuenta. Sin embargo, la vergüenza o quizás el miedo a sentirse rechazada porque ese no era el momento adecuado hicieron que no materializara su impulso, y Alida quedó durante unos instantes en una incómoda postura a medio camino entre dirigirse hacia su hermana y dar la vuelta para volver con Jack.

- Eso temo. Es difícil tomar ninguna decisión en contra de los de arriba. Nunca puedes saber cuando están escuchando. - Mistral había aplacado su carácter combativo por uno más comprensivo y cercano. - Yo he de volver ahora para seguir debatiendo estrategias pero antes quería decirte una cosa: un desprendimiento no derrumba una montaña. Con un movimiento frágil y solitario no puedes tumbar nada. Pero si estás decidida a llegar a las verdaderas entrañas del problema y demoler esos cimientos, el monte caerá. - dio unas palmadas suaves en la espalda de Alida para animarla - Es más costoso y lleva más tiempo, necesitarás más apoyos y tomar muchos más riesgos, pero creo que esa es la clave de todo. Lamento tener que hablar en base a acertijos, no me atrevo a ser más explícita. Aun así, algo me dice que sabes lo que quiero decir, ¿no? - le dirigió una sonrisa triste - Yo estoy aquí para cualquier cosa que mi cabaña necesite. Considero que debo apoyar a mi familia por encima de cualquier cosa. Si hay alguna decisión que me comprometa y con la que no esté de acuerdo lo diré. Si no, yo seguiré ahí al pie del cañón.

Se dio la vuelta pero, antes de cerrar la puerta tras de sí, volvió a llamar a su hermana.

- Alida, no quería darte a entender que me molestas. Nunca, ninguno de vosotros, me molestaréis nunca por comentar este tipo de cosas. - miró ahora a Jack que volvía a acercarse a su hermana - Puedo ser autoritaria en según qué ocasiones pero creo saber escuchar. - el rubio asintió - Intentad despreocuparos un poco de todo hasta la noche. - sugirió antes de dejarles otra vez a solas - Ya habrá tiempo para todo lo demás.

Tras las palabras de su hermana, Alida respiró más tranquila.

- Bueno, parece que ya no tenemos un plan secreto para mañana -dijo cuando se acercó a Jack. Daba por hecho que algo habría oído, aunque no sabía cuánto.- Será mejor que busquemos a Roger y se lo contemos... Pero lo siento por ti, Jack, sé que te hacía ilusión eso de tener un plan secreto, enfrentarnos a todos y todo eso...

Jack se encogió de hombros.

- No te disculpes, Alida. Son cosas que pasan. - el rubio le palmeó la espalda con efusividad - Me gustan las sorpresas, sí. Debo de ser un bicho raro. Melinda me lo dice todo el rato, no es normal que me encante estar en contra de tanta gente. En mi defensa diré que no disfruto con eso, es solo que no me gusta que me dirijan como un títere. - arrugó el entrecejo. Acababa de tocar un tema sensible para él - Últimamente no se me quita de la cabeza que los dioses no paran de utilizarnos como tal. Aun tengo muy vívido todo aquello de Percy Jackson... Los dioses estaban fritos por encontrar al tipo de la profecía y le hicieron la vida imposible a ese chaval. ¡No hay derecho! - dio una patada a una ramita que salió volando varios metros por delante - Somos personas, debemos contar con una serie de libertades, ¿no? Lo dice la constitución estaudonidense. Yo antes que un semidiós soy estaudonidense, ¿sabes? - se tocó el pecho en señal patriota y rió. Incluso cuando tocaba temas serios siempre había tiempo para alguna broma - Además, que si a los dioses les importa tanto encontrar a los traidores, ya saben lo que les compete. Mal que me pese porque si no no estaría aquí, lo que tienen que hacer es frenar esa natalidad tan brutal que tienen todos ellos. Verían así como se rebajaban el número de profecías y desastres. Pero no, claro, ellos quieren continuar con su ritmo de vida y pretenden que nosotros nos acoplemos al suyo. Lo siento, pero no. - lo decía como si Alida apoyara la idea contraria y tuviera que convencerla - Yo voy a vivir solo una vida y para una que voy a vivir quiero ser digno de elegir qué quiero hacer en cada momento. Bastante con que me paso aquí el verano y que tengo que huir de mil monstruos. - suspiró. - El campamento está bien porque puedo conocer gente que pasa por mi situación y hacemos tareas divertidas. Lo de tener un santuario sin que tengas que estar corriendo de un lado para otro, es otro gran punto a favor. Bueno, ¿qué te voy a decir que no sepas? Tu te pasas aquí todo el año.

Siguió caminando unos pasos más, hombro con hombro junto a su compañera. Pasaron de largo el límite de una de las cabañas donde un muchacho greñudo, previsiblemente de la cinco, les dirigió una mirada hosca.

- No se me había ocurrido algo tan genial como ese plan de tu amiga. Yo no valgo como líder. - continuó comentando el otro con tono despreocupado. - Mistral, en cambio, si no fuera tan prudente... Es muy capaz. Siempre que ha participado en una captura de la bandera, ha ganado su bando. Puede que eso no guarde relación pero te aseguro que la tiene. Yo en sus manos me siento muy seguro. Lo que pasa es que ella nunca tomaría una causa similar por voluntad propia. Pero no pasa nada, ya armaremos otra, y esta vez se nos oirá. Voy a tener que hablar con esa hija de Hefesto. - al ver que Alida podía malinterpretarle, se apresuró a añadir - Tranquila, no voy a convencerle de que siga con este plan. Me refiero a otra idea que se le ocurra, para que cuente con más gente.

Sonrió pícaramente, con aquella sonrisa que a su hermana Melinda tantas ganas le provocaba de tirarle cojines.

Tras escuchar a Jack, Alida quedó mucho más tranquila.

- Gracias Jack. Y... quiero que sepas que pienso como tú. No podemos seguir con el plan esta vez, porque estamos solos y porque ya le he dicho a Mistral que abortábamos y a ella no quiero fallarle. Pero, sabiendo como piensas... No sé, estoy segura de que encontraremos otra captura de la bandera para llevar a cabo el plan, ¿qué dices?

Alida paró mientras hablaba para decirlo mirando a su hermano a los ojos, y al terminar de hablar esta vez sí que no pudo resistirse y se le echó encima para darle un abrazo. Jack imponía menos que Mistral, con él era más fácil.