[Cabaña 11 ] Llega Prometeo [S4]

PROMETEO

Prometeo estaba recuperado, había descansado y se enconraba bien, desgraciadamente pocas cosas podría mudar hasta la cabaña 11, sus cosas habían quedado en el avión y no era probable que las fuera a recuperar en breve. Al menos tenía ropa limpia y seca, prestada, pero confortable.

Estaba de buen humor y sabía por experiencia que lo mejor era...

Entró en la cabaña, estaba bastante desorganizada, puede que por la cantidad de gente.

YA HE LLEGADO, YA PUEDE EMPEZAR LA FIESTA DE BIENVENIDA

Bueno era una buena forma de que todos supieran que había llegado uno nuevo.

OMEGA


Al oír los gritos muchos de los miembros de la cabaña once se volvieron. Al ver que era un nuevo, se levantaron deprisa y fueron a recibirle corriendo y gritando.

- ¡Un nuevo! ¡Un nuevo!

- Hola, hola, soy Clover.

- Yo Matt, mucho gusto.

- ¡Eh! ¿Tienes dinero? Necesito para un capuchino.

- Se me han perdido las llaves, ¿me ayudas a encontrarlas?

- Mirad, chicos, un nuev...

Se pararon al ver que Prometeo no traía nada consigo, solo un par de prendas que le habían dado en la Casa Grande. Entonces, desde el primero hasta el último se dieron la vuelta, criticándole sin ningún reparo.

- ¡Bah! ¡Cada día son más pobres!

- Jo, tío, esta iba a ser la oportunidad del día...

- Es que ni unos puñeteros clinex lleva en el bolsillo, macho.

Y se volvió a quedar solo tan pronto como había llegado. El resto de la cabaña le ignoró. Algunos le saludaron con desgana con la cabeza, al pasar. Prometeo vio un par de camas libres y otra ocupada por una chica que leía unas cuantas revistas usadas.

CORA


La chica en cuestión miró el alboroto por encima del borde de la revista con interés. Enarcó una ceja al ver que el nuevo era un chico rubito muy mono, pero con cara de niño. Una pena, no era su tipo. Se ladeó discretamente para mirarle el culo, pero sin éxito. Pasó página al número de Harper's Bazaar que ya había leído dos veces antes de dejarla a un lado.

- Ehm... ¿hola? Perdona, eres nuevo ¿no? Está claro... en fin, solo un consejo porque tienes pinta de estar un poco perdido, no dejes que éstos se acerquen a tus cosas, tienen las manos muy largas. - le dijo

PROMETEO


Prometeo no se sintió especialmente agusto a entrar y ser el foco de atención, el foco de atención de las peticiones de los otros, y menos le gustó que le dejaran de lado, el había intentao ser amable y le habían tratado de ese modo.

Se encaminó hacía als camas vacías, había cerca una chica bastante mona leyendo una revista, vió como lo observaba, normal, le mostró la más cálida de sus sonrisas.

Si soy nuevo, me llamo Prometeo Niké y eres la primera persona amable que me encuentro en esta cabaña, muchas gracías por la bienvenida. LA verdad es que no tengo de que preocuparme, si pretenden quedarse con als pelusillas de la camiseta no hay problemas, todo lo que tenía lo perdí de camino aquí, ¡puta gorgona!, así que lo único que tengo es esta ropa prestada. ¿eres hija de hermes? ¿cuanto tiempo llevas aquí? ¿como es esto? ¿a quién tuvieste que amenazar para que no se llevaran tus cosas?

Prmeteo señaló las cosas cerca de su cama con una sonrisa mientras se sentaba en su cama para descansar.

¿en esta cabaña es que se permite robar?

CORA


¿Pero cuántas preguntas tenía este chico? Cora se rió antes de responder.

- Soy Cora, y muchas gracias. Aunque no todo el mundo aprecia mi amabilidad, la verdad. - dijo pensando en los chicos de Ares, aunque a decir verdad no había sido exactamente amanble con ellos... ¡pero es que no le habían dado la oportunidad! - En fin, el caso es que no soy de esta cabaña, vivo en la 9 pero cuando llegué doné mi colección de revistas y cuando quiero releer algún artículo vengo aquí. - al darse cuenta de que el nuevo igual no estaba familiarizado con la numeración de las cabañas, aclaró.- Mi padre es Hefesto, y en nuestra cabaña tenemos enchufes... aunque bueno, si dices que sólo tienes lo puesto no te sirven de mucho. Sobre tus preguntas: llevo aquí una semana y no amenacé a nadie; tomé medidas de seguridad. Y sobre si se permite robar, no exactamente, es más bien un autoservicio. Tampoco tienes que preocuparte, no te vendría mal que te robaran las pelotillas de la camiseta, está un poco hecha polvo... no te ofendas.

Cora tiró la revista a una cama cercana al azar mientras se levantaba.

- Puedes quedarte esta misma, es cómoda y la almohada es de las mejores. Se la cambié a Cloe por una sombra de ojos.

Se acercó al chico y le dió la mano, en lugar de los 3 besos en las mejillas a los que estaba acostumbrada. Los americanos eran muy raros.

- Bienvenido al campamento Mestizo, Prometeo. Uff, menudo nombre largo, olvídate de que te llamemos así... vas a ser Teo, lo siento. Bueno, vamos a ver ¿qué necesitas?

Prometeo puso la mejor de sus sonrisas, la que empleaba cuando quería parecer inocente, una sonrisa que empleaba a menudo

Pues la verdad no lo entiendo, será porque son unos siesos, ¿y como es que no aprecian tu amabilidad? Prometeo vió la sombra que apareció en sus ojos, imposible no verla cuando tenía sus ojos fijos en su rostro Vaya, yo aún no se quién es mi madre, aunque dicen que me parezco, no tendrás una idea de quién puede ser ¿no?. Nos abandonó al poco de nacer yo. Eso suena interesante.. Un momento ¿enchufes?, eso podría significar que tenían televisión EN SERIO ¿teneis televisión?, me tienes que invitar a conocer tu cabaña, es que la verdad me gustaría saber que pasó al final con mi vuelo, la verdad la manera que lo abandoné fue un poco precipitada, y a más de diez mil pies de altura la verdad es que no es momento para despedidas, la verdad tuve suerte de escapar de esa gorgona, no pude pararme a coger nada, la próxma vez lo intentaré hacer mejor...

Prmeteo se encogió de hombros, durante un tiempo ligeramente molesto hassta que se dió cuenta que la chica le estaba tomando el pelo.

Muchas gracias Prometeo se tumbó en la cama, no estaba mal y la almohada era cómoda desde luego, blanda pero tampoo en exceso Desde luego que saliste ganando con el cambio, la sombra de ojos desde luego que no la necesitas

Se incorporó para saludar a Cora. Bueno no era el peor que le habían llamdo y podría acostumbrarse

Bueno podrás llamarme Teo, si yo puedo llamarte...aunque prefiero que me llaman Prom si quieres acortar, y lo que necesito es que me expliquen un poco esto, y desde luego tener una buena amiga...

-Pues no me suena ninguna noticia de aviones en problemas pero tampoco es raro porque vemos la tele por cable del Olimpo. No te preocupes, seguro que todos están bien. -dijo Cora en un intento por tranquilizar al chico, desconociendo el desastre del vuelo. Empezaba a pensar que su viaje acompañada por un sátiro a través de varios aeropuertos internacionales había sido anormalmente tranquilo. Bueno, no iba a cuestionar que era una chica con suerte.

Se rió ante el comentario de Teo sobre que no necesitaba la sombra de ojos. Ya, claro. Qué fácil era descartar una sombra de ojos Chanel cuando no sabías lo imposible de conseguir que era en un campamento de semidioses. Pero el trato había valido la pena.

-Bueno Teo, las explicaciones te las dará Tyger que es el jefe de la cabaña y para eso le pagamos. Pero está en una reunión y tardará, así que podemos dar una vuelta. Sígueme, cuanto antes sepas cómo va esto mejor será para tu salud.

Se dirigió a la puerta. Siempre era un placer salir del ambiente cargado de la cabaña al aire libre.

¿Tele por cable del Olimpo?, ¿Cómo es?. Desde luego parece que sois los privilegiados y que he hecho bien en hacerme tu amigo.

Esbozó una sonrisa, complice y divertida.

Jamás que una chica guapa me ha dicho que le siguiera la he dejado de desobedecer, así que soy todo tuyo, además no podría tener mejor guia. Por cierto ¿quién es esa Cloe? ¿También es de esta cabaña?

Si podía trataría de engatusar a es tal Cloe para que le diera la sombra de ojos, puede que fuera el inicio de una cadena de trueques, y en el peor de los casos, bueno puede que alguien le debiera un favor, y parecía que los iba a necesitar en este campamento.

Salieron fuera, una suave brisa golpeaba la cara de Prometeo, mesando sus cabellos.

¿Qué haceis en el campamento para divertiros?

- Sí, Cloe vive en este cabaña. Es... simpática. Cuando quiere. - explicó mientras avanzaban hacia el comedor. - Siempre está dispuesta a hablar de negocios, siempre y cuando sean ventajosos. Para ella.

Se apartaron con rapidez para salir del camino de una ninfa perseguida por un sátiro.

- Mira, no tengo ni idea. Porque yo aquí no me divierto. Hago ejercicio aeróbico para salir corriendo cuando quieran darme una paliza y anaeróbico para cuando no pueda escapar. Es un asco. Así que acepto toda propuesta de diversión que se te ocurra.

Llegaron al comedor y Cora le señaló las mesas y el buffet, explicándole todo lo que sabía al respecto.

Intentaré hablar con ella a ver que saco, aunque poca cosa le puedo ofrecer..

Vio como enfilaban para el comedor, dsde luego que tenía hambre. Se apartó un mechón de pelo que se obstinaba en colocarse en lugar principal en su rostro.

Desde luego que aquí al cabo de un tiempo ya no os sorprenderá nada. ¿era eso una ninfa ligerita de ropa perseguida por un ¿sátiro?, aunque la verdad, de que me voy a extrañar, si esto es el olimpo... o casi

LAs palabras de Coraie le preocuparon , aunque en el fondo, en el fondo se las imaginaba, por la forma en la que había llegado, por lo grande que era la enfermería.

Si la cosa está así... ¿podría entrenar contigo?, creo que me vendría bien

Allí estaba el comedor, la verdad es que no sabía con quién sentarse, apensa conocía a nadie

¿qué tal si comemos juntos?

Cora miró al chico rubio y le guiñó un ojo mientras decía;

- Seguro que hay algo que Cloe quiera, ya verás.

Con más seriedad habló sobre su programa de entrenamientos. Correr antes del desayuno por el bosque y pesas y otras cosas dolorosas con Butch después.

-De acuerdo.- accedió.- Te espero mañana a las 7 en la entrada sur del bosque, es imposible que te pierdas. ¡Espero que seas madrugador!

Dudó ante la propuesta de comer juntos. No es que el sistema de casa propiciara compartir las comidas unos con otros, precisamente.

- Mira, cada uno tenemos que comer con la gente de nuestra cabaña y antes de comer tenemos que hacer una libación. ¿Sabes qué es eso no? Echamos un poco de nuestra comida a la hoguera como ofrenda a los dioses... peeeero eso no implica que no podamos hacer un picnic ¿no? Nada prohibe comer con quien te de la gana si no es en el comedor. ¿Qué te parece?

Prometeo vió como la muchacha le guiñaba el ojo. ¿era eso una insinuación?. Se pasó la mano por su pelo y sonrió

Bueno lo único que tengo ahora es mi cuerpo, a menos que quiera estas ropas...que me las quite

Parecía agotador, pero lo mejor sería empezar a hacerlo, además unos pocos músculos y marcar un poco los abdominales nunca sientan mal.

Allí estaré, no te preocupes, ¿eso es antes o después del amanecer?, de todas maneras da igual ya encontraré la manera de despertarme, puede que mi reloj aún funcione, me refiero a la alarma. Aunque con la gente que hy no se si podre dormir con los ronquidos, creo que la noche pasada ví a unos osos huyendo despavoridos...

Aquello estaba claro, parecía que la separación era estricta

Livación, de acuerdo no hay problema, creo que escuché que la teniamos que hacer a nuesrtos padres, ¿no?, ¿hay un fuego al padre o a la madre desconocida?, es que aún no se quién es mi madre y me sentiría mal si se lo ofrezco a alguien que no sea mi madre, a lo mejor se enfada....

Estaba deseando poder hacer la ofrenda a su madre, ara saber quién era, para poder preguntarle la rzón de que los abandonara, y que era una diosa no es excusa.

¿Hacer un picnic con una bella joven?, a ver, esperaté dejma que lo piense...SI Prometeo la cogió de la mano y la encamino hacía las vituallas, esta podía ser una buena comida

- Pues tranquilo, seguro que a Cleo le interesa. - dijo riendo.- Tu ropa vieja y llena de pelotillas, claro.

El chico era divertido, no estaba mal. Y no había intentado darle una paliza, lo que suponía una mejora en la calidad de sus amistades últimamente. Aún había poca gente en el comedor, pues la mayoría prefería tomar su comida más tarde. Era uno de los motivos por los que este sitio había sido el comienzo del tour guiado. Mejor evitarse problemas. Una pelea en la hoguera podía ser hasta divertido, una segunda podía ser mortal.

-Bueno Teo, en realidad solo hay una hoguera. Así es más sencillo. ¿Así que madre divina, no? ¿Qué hay de tu padre? Supongo que lo echarás de menos... yo echo mucho de menos a mi madre y nuestro piso de París. ¡Y los pain au chocolat! Nada que ver con lo que nos dan aquí, aunque las fresas son buenas. ¿Sabías que hay campos de fresas? Es donde nos esclavizan como mano de obra gratuita.

El chico la tomó de la mano para llevarla al buffet donde estaban dispuesta la comida. Coralie tomó una bandeja y puso en ella cubiertos y unas servilletas. Había ensalada, sopa, y verduras cocidas con un guiso de carne. Ese era el menú sano. También había perritos calientes y pizza.

- Por ser hoy un día especial, y en tu honor, me daré un capricho.- dijo. - Soy bastante estricta con mi alimentación y más desde que entreno peeeero... - comentó mientras ponía porciones de pizza y un perrito en la bandeja. - ¡¡Que no se nos olvide la libación, o nos freirá un rayo!! ¿Crees que a Hefesto le gustará el peperoni?

Prometeo esbozó una sonrisa y se encogió de hombros

Pues en ese caso se va a llevar uan decepción, las ropas no son mías, creo que ganaría más si se quedase con lo de dentro. ¿no opinas lo mismo?

Su voz sonaba totalmente inocente.

La verdad es que es mejor idea, con tantos fuegos esto parecería una comida romántica. Su padre, Prometeo soltó un suspiro al recordarlo Si la verdad es que a veces lo echo de menos, pero hace ya seis años que debe de estar andando pr los campos eliseos y por degracia no me refieros a los de París, desde los once años estoy huerfanos, a veces en centros de acogida, aunque generalmente.... pero olvidemos eso. ¿Fresas?, me encantan , con un poco de nata, o sin ellas, sobretodo esas pequeñs, tan dulces, cuando el jugo te corre por las comisuras de los labios Prometeo se pasó la lengua por los labios Pues si es así te reservaré las mejores

La verdad es que todo tenía una pinta deliciosa, aunque puede que un poco...demasiada grasa y dulce, pero como decía Coralie un día es un día

La verdad es que no lo sé, pero me imagino que si, aunque de todas maneras yo le echaría lo que más me gustase, creo que me enfadría más si me dieran lo que a alguien no le gusta como ofrenda que si me ofrecieran algo que no me gusta pero que se lo han quitado de lo que le gusta...creo que me he hecho un lio ¿me entiendes?

Se diriguieron al exterior, Prometeo aspiró, la verdad es que se podía sentir el aire limpio, ademas del perfune que exudaba la compañía femenina.

Es agradable estar aquí, gracias por al bienvenida, me sentía un poco solo Clavó sus ojos azules en los de ella.

"Qué tonta eres Coralie" se dijo cuando oyó que al padre de Teo había muerto hacía años. Un poco cortada le dijo que lo sentía. No sabía que decir, ella nunca había perdido a nadie. Si había hecho algo, había sido ganar una especie de padre divino. Nada con lo que comparar.

- Supongo que es normal sentirte un poco solo al principio, pero luego... vas conociendo gente... - le dijo, en un intento de que se sintiera mejor. El chico la miraba fijamente y durante unos segundos se distrajo con el color de sus ojos hasta que volvió a la Tierra con un sobresalto.- ¿Pero tú quien eres, Señor Ligón? ¿Un hijo de Afrodita o qué? Ten cuidado con tus truquitos embelesadores, aquí hay muchas chicas que en vez de convertirse en árbol para escapar de tus encantos te estamparían contra uno. Es más, hay alguna que estamparía el árbol contra ti.

Buscaron un sitio con césped y sombra para sentarse a comer. Para sentirse mejor por haber picado se comió un trozo de pizza. Estaba muy buena.

- No es mi tema favorito pero, ¿sabes ya qué arma vas a usar? Yo me lo estoy pensando. Una vez en un museo vi una pequeña pistola que tenía puño americano y navaja incorporados, y además era bonita. Pero no tengo ganas de tener que hacer balas de bronce celestial cada dos por tres. ¿Sabes lo de bronce no? Y tampoco me fio de mi misma, del humor que estoy últimamente si me dan una escopeta igual me quedo sola aquí. -bromeó... pero no del todo.

Prometeo se encogió como un animal herido.

Sólo pretendía ser amable, me has tratado tan bien. de repente esbozó una sonrisa triste La verdad es que no se quién era mi madre, me abandonó cuando aún estaba fresco el cordón umbilical y de mi padre poco pude sacar de ella, las únicas veces en las que no me respondía con un gruñido era cuando estaba lo sufientemente borracho para sincerarse y antes de caer inconsciente entre charchos de sus propios meados y vómitos, y después, después tuve que ir de hogar de acogida a hogar de acogida, nio tuve demasiada suerte donde no me querian dar una paliza era porque les gustaban los chicos bonitos, tú has sido tan amable... Prometeo se encogió de hombros y forzó una sonrisa más alegre De todas maneras gracías por avisar, lo tendré en cuenta

El lugar que escogieron era agradable y la pizza sabrosa sobretodo cuando le añadieron las semillas de mostaza. Realmente deliciosa.

¿armas? ¿bronce celestial?, no me han hablado de nada, aunque si tengo que escoger, no sé, tal vez un faser con escudos personales, como los de Ulysses XXXI, Le guió el ojo divertido, ya olvidado todo lo anterior No se, si son armas como en la antiguedad puede que una espada o un arco, no sé, cada una tiene sus ventajas y sus incovenientes. ¿qué me recomendarías?

Reprimió con éxito una mueca de asco al oír lo del cordón umbilical y en su lugar esbozó una sonrisa. Dio unas palmaditas a Prometeo en la espalda, en un intento de consolarlo.

- Bueno, bueno, pero ahora estás aquí y por fin sabes quién eres. Además, antes de que pase la semana tu madre te habrá reclamado. Y no estás solo, muchos tienen historias parecidas a la tuya así que te aseguro que como mínimo encontrarás comprensión.

Puso cara de confusión cuando oyó algo sobre un Ulysses XXXI y escudos personales, pero no preguntó.

- Pues es que el bronce celestial es lo único que mata a los monstruos, ¿sabes? Por eso las armas tienen que ser de ese material. A mi me va bien, el color bronce me sienta de maravilla. ¡Bronce celestial, el complemento de la campista a la moda! - bromeó. - Seguramente haya armas por ahí guardadas en algún sitio, pero si quieres puedo hacerte una, pediría ayuda a mis hermanos. Pero no se aconsejarte sobre el tipo de arma. ¿Qué tal una cuchara muy grande?

Prometeo asintió, en eso tenía razón

Si, por fin sabré quién es mi madre. Lo único que se es que me parezco bastante a ella, o eso fue lo que me dijo Aglaya, la gracia que contactó conmigo para decirme que viniera. Si me imagino que si, todos somos huerfanos a los que uno de nuestros progenitores abandoraron...

En parte quería conocer a su madre, otra parte quería echarle en cara que lo dejara durante tantos años, cuando la viera no sabría que decir ni como actuar.

Vaya, por fin sacaba algo en claro, una respuesta.

Esa es entonces la razón por la que las balas que le disparaban en el avión no afectaban a la gorgona que me atacó.... Tendría que hacerse con un arma de ese tipo, por si las moscas, o por si las gorgonas y resto de monstruos. , Si siempre he dicho que el bronceado sienta muy bien a todo el mundo...Bueno una cuchara enorme sería genial si hubiera monstruos de helado recubierto con chocolate caliente, pero ya que no me suena que haya ninguno, pues tendré que pensar en algo con más filo... y no me vayas a decir un tenedor, aunque si fuera hijo de Poseidon no estaría mal, peros oy de una Diosa, no se un arco o una espada, creo que lo mejor sería que practicara antes de decidirme.

Por fin se terminó el trozo de pizza, estaba realmente deliciosa.

Una pregunta Cora, ¿hay mucho pique entre cabañas?

- Mucho no, hay un montón. Es un poco absurdo porque seguro que en cada cabaña hay gente que te caería bien o que odraías, pero la mayoría de la gente se atiene a viejas rivalidades. En mi opinión no tienen que ver conmigo. Yo solo me llevo mal con la gente que me cae mal, pongamos, Clarisse de la cabaña de Ares. Y en realidad ya está. Al resto o no lo conozco o me caen bien. Hasta Cloe, que mira que es rancia a veces. Pero se lo coje cariño, no? - respondió la chica

La verdad era que siempre tenía curiosidad por saber de quién eran progenie los nuevos campistas, y el caso de Teo no era una excepción.