La Cosecha Distrito 8

No me gusta esto, no me gusta la cosecha. Siempre lloro tras las cosechas. A algunos no los conozco, pero no por eso no quiere decir que no me den pena. Tienen familiares, gente que sí conozco, que han perdido a seres queridos en los juegos. Yo también sé lo que es eso.

Miro mi bonito vestido. No todos tienen la suerte de tener un vestido así. Lo he hecho yo misma, la tela me costó mucho, pero aún más el hilo. El hilo es como algo prioritario en nuestro distrito (una moneda de cambio muy buena en algunos casos) Todo lo hacemos con hilo… y no es que podamos robar nada de la fábrica… pero hay trucos para deshilachar por algunos lados sin que se note, o cortar retazos de tela que supuestamente sobra… pero había que andarse con ojo.

Me he fijado todos los años en los distritos porque me parece curioso. El uno y el dos son los más parecidos al Capitolio, no merecen mucho la pena, estoy harta de coser vestidos imposibles. Los del cuatro son muy cortos y parecen frescos.

Particularmente me encantan los sencillos y nada recargados. El resto de tributos pese a estar muy separado seguimos una moda cómoda simple y de colores claros, y eso es lo único que me gusta de los juegos, ver lo diferente e iguales que somos todos pese a estar separados.

Hay pobreza, la veo, la vivo. Este pedazo de tela blanca con lazo azul es lo único bonito que tengo. Está feo aferrarse a lo material, lo sé, pero este vestido significa muchas cosas para mi.

- Te veo luego… ¿Vale Dan? - Dan es mi primo.

- ¡¡Vale!!- chilla - Estás muy guapa Riu. - dice dándome un beso

- Graci..- el enano desaparee corriendo a su fila. Es un pequeño muy rápido.

Me dirijo hacia mi fila.

- Riu Young - le digo al guardia mientras comprueba mi identidad.

- Entre y siga el orden de la fila.- Asiento y sonrío.


La cosecha empieza con el himno, el discurso… y yo empiezo a compungirme y sentirme débil con cada paso hacia la elección de tributos.

Un nudo en mi garganta se forma cuando veo entrar Pouline Dexx con un vestido hecho con plumas de pavo real. Era bonito, pero me gustaba más la piedra verde que llevaba en su cabeza.


- ¿Estamos listos? - dijo cuando no estaba en el aire. Acababan de hacer uno de los cortes para publicidad.- Bien.

La esquina de mi vestido empieza a arrugarse. Lo estoy arrugando. No aguanto más la espera. ¿Quién será ahora? ¿Cuánta gente más tenía que ver morir?

Pouline se acerca como una serpiente hacia la urna femenina e introduce su mano sin piedad. Suspiro. Lentamente coge una y la desecha para coger otra.

La papeleta asciende hasta la altura de los ojos de Poulete. En sus labios se forman unas palabras, un nombre.

Mis oídos pitan, he leído perfectamente sus labios.

- Riu Young.- Poulete mira hacia las chicas.- Riu Young - vuelve a llamarme.

Mis piernas flaquean y algunas de mis compañeras me sostienen para que no me caiga.

- Lo siento Riu.- me dice Mina Jackson.

La miro con pena, mucha pena. No me sale nada. ¿Qué puedo decir?
Hago un esfuerzo enorme por no llorar. No quiero llorar.

Subo al estrado como puedo, y en el último momento pierdo el equilibro y caigo.

Me raspo las rodillas… y también se rompe mi vestido. En ese momento ya no puedo contenerme más y rompo a llorar

- Cielos… ¿Por qué a mi? Qué alguien la ayude. - dice Poulete ignorando mi caída. - ¿Está bien? - pregunta al aire.

Tras mi caída y mientras me recompongo siguen con la cosecha. Yo sigo triste y apenada por mi vestido, o por mi o porque nadie llorará mi pérdida, o no sé por qué lloro.

- ¡Ancel Müller! - Anuncian. Yo miro por la pantalla a ver si le veo. Los Müller viven a cuatro calles de mi casa.