Fichas públicas

Creo este hilo para que colguéis vuestras fichas públicas de personaje. Así podéis identificar quién está activo, qué contenido le ha dado al trasfondo que nosotros proponíamos, y aprovechar más el rol entre jugadores.

Descripcion física




Una mujer bella, delgada, de busto prominente y de facciones frías. En su mirada se pueden ver las marcas de una infancia dura y unas vivencias difíciles. Tiene una voz diáfana, modulada y ligeramente autoritaria. A pesar de ser huérfana no duda en hablar con el donaire de un noble con todos aquellos que están por debajo de ella pues sabe que se ha ganado su posición en la sociedad a pulso.



Gusta de ir limpia y aseada. Sus cabellos rizados caen de una forma natural sobre su cara limpia, a veces de una forma casual y desenredada, sin pecar en el exceso de cosmética.
Es de estatura media y, si bien físicamente ella no se considera una mujer de bandera, tiene una figura femenina y voluptuosa y un cuerpo esbelto

Descripción psicológica

Ariadna es una mujer de carácter fuerte y centrado, más bien cerebral. No le gusta ser impulsiva y detesta tomar decisiones basadas en pálpitos. Es bastante introvertida y reservada salvo que haya cogido confianza. Se considera muy fiel a sus amistades, y no perdona la falta de lealtad. Desconfía de antemano de la gente, incluso de aquellos cercanos, pues en su vida ha sufrido suficientes desengaños.
Es una católica no convencida, y puede llegar a ser bastante irreverente con los que promulgan su fervorosidad. Tampoco confía en cultos paganos, brujerías, supercherías, hechizos o encantos. Lo considera producto de mentes débiles e incultas.
Tiene una doctrina moral bastante laxa y huye de los maniqueísmos. Medita mucho las cosas antes de hacerlas y a sentirse culpable de las cargas que conllevan sus decisiones.

Información pública del personaje

Los nobles de Venecia llevan años oyendo hablar de “la milagrosa” Ariadna, la sanadora más famosa de todo el norte de Italia. Se sabe que llego a la zona de Emilia-Romaña de joven, y que era una huérfana que destacó en la escuela de médicos y cirujanos de Bolonia, y que últimamente. estaba trabajando para Irene Sforza en el cuido de Guido Darío.
Se cuenta que además de virtuosa en la ciencia médica, portea una gran belleza y que encandila allá donde va. Las malas lenguas incluso hablan de que su manta y su máscara de galeno sean una fachada para ocultar una prostituta de lujo para nobles pudientes. Nada más lejos de la realidad, claro.

Ficha privada

Spoiler:

Su fama en Venecia:
Se la conoce por ser la única hija del viudo Giovanni Dario. Es una muchacha tímida, correcta y amable. A simple vista puede parecer frágil. En actos sociales suele mostrar siempre una dulce sonrisa, es la personificación de los valores y la propia fama de la familia Dario.

Fue una muchacha muy cotizada entre los nombres barajados para enlaces nobles. Sin embargo, hace unos tres años que se anunció el matrimonio con Vincenzo Barbaro a pesar de que este matrimonio pareció estar pactado mucho tiempo atrás. El enlace, uno de los más sonados en los últimos tiempos, llegó a aplazarse hasta tres veces, dando que hablar a los venecianos mil historias al respecto. Finalmente el matrimonio se celebró hace menos de un año con una gran celebración, donde acudieron casi todos los miembros de las familias nobles, salvo alguna que otra excepción.

Actualmente, Marietta es la secretaria del Dogo, su padre. Se ha convertido en una muchacha que apunta maneras en el ámbito político, con buena educación y formación. El puesto que ocupa su padre desde hace dos meses, apunta a quedar vacante si éste muere tras su fatídica enfermedad. Las malas lenguas de los venecianos, vuelven a afilarse con gusto.

Desde que vino de Creta, fue famoso el temperamento osco y rebelde del pequeño griego que, junto a su familia, llegó en barco en una nublada tarde de Abril. Su padre, el bueno de Silas, pensó que lo mejor para el chiquillo era entrar en la escuela militar de Venecia. Tal vez allí sus instructores templaran el temperamento de su hijo... pues dudaba que una sotana pudiera calmar a la bestia. Aprendía rápido y era extranjero, lo que le granjeó no pocas enemistades entre hijos de nobles y burgueses. Y se acercó a no buenas compañías, según para quien pregunte, lo que le granjeó aún más enemistades. Mas ni con esas el chiquillo fue feliz, por muchas caras que desgraciara en el Puente de los Puños y por muchas cortesanas que curaran sus heridas de guerra.

Fue sonado. Fue sonado su abandono de la escuela pues no solo fue por voluntad propia, sino que se mofó y vilipendió a sus mismos instructores, anunciando la inutilidad de esa escuela, pues se preparaban soldados para no ser utilizados. ¿Por que el hombre teme entrar en combate? Era algo que nunca entenderá. Liberado de las cadenas que le ataban a tierra, levó anclas y con una exhigua troupe de compañeros y gentes de muy diversa estofa decidió navegar por todo el mediterráneo en busca de su más querida afición, mucho más que las mujeres y el buen vino: Matar turcos. Y en no mucho tiempo su compañía creció y creció hasta llenar un un galeón y dos galeras de la flota de su padre.



Todos le conocen, físicamente. Alto y de porte atlético, con la piel clara y el pelo oscuro como el ala de un cuervo o las ropas que tanto gusta en portar. Su nariz aguileña, sus labios fruncidos y sus ojos fríos y salvajes no invitan a la tranquilidad y hace que no poca gente prefiera mirarle el broche de cinturón a tener que mirarle directamente a la cara. ¿Es apuesto? Eso solo las damas lo saben, y tal vez si sonriera un poco o dejara de mirar el Mundo con ojos de psicópata enloquecido... Pero no parece poner mucho de su parte.

¿Pero quien le conoce, abiertamente? Ni siquiera su amada hermana, Eurydice, alcanza a conocer la amalgama que es su hermano Stephanos. En Venecia se le conoce por su talante belicoso, por ser malhablado y no dudar ni un segundo en rajarle el cuello a cualquiera que hubiera insultado a su familia. Se sabe que practica la piratería, pero si no se le detiene es, precisamente, porque es benefactor directo de la Serenissima. Ofrece un gustoso porcentaje de todo aquello que alcanza a conseguir, y además solo piratea a barcos otomanos. ¿Que problema hay en quitarle unas cuantas monedas a unos animales? Pero a pesar de todo, no hay términos medios con Stephanos. Es respetado, pero más por el miedo que infunden sus actos y lo que se cuenta de él. No en vano, es apodado "el Vándalo" y él no ha hecho nada por desmentir aquél apodo.

No se le conocen enlaces, ni propuestas de matrimonio. ¡Y pobre de aquella que caiga en sus manos! Piensan muchos venecianos. Aunque no parece, Stephanos, muy interesado en los menesteres contractuales que son los enlaces. Si precisa de mujer, siempre puede saciar su apetito pagando un precio, o abordando a la mujer correcta en el puerto correcto. ¿Quien querría casarse, teniendo a la mar como amante? Piensas muchas buenas personas, pues a pesar de todo lo malo, el espíritu aventurero e intrigante siempre acompaña al bueno de Stephanos.

Nombre: Leonardo Loredan. "La Máscara"

Edad: 28 años

Descripción física: De cabello pelirrojo, hasta la altura de los hombros. De ojos oscuros, marrones. Porta barba, aunque ésta se encuentra un tanto dividida y tiene algunas calvas que no la hacen uniforme, ni mucho menos.

Es espigado (Mide 1,78) y tiene un buen porte, bastante atractivo con las ropas y prendas que suele llevar, siempre caras y de buena confección. Incluso con armadura parece más elegante si cabe, aunque pocas veces pueda vérsele de tal forma. Su froma física no es espectacular, tan solo el de alguien que ha tenido entrenamiento marcial y se ha alejado de él, aunque no del todo debido a su pasatiempo preferido, la espada de duelo, el mosquete.

Descripción psicológica: Un depravado, un hombre que se congratula de vivir en la ciudad de Venecia, en la ciudad del pecado donde poder vivir sin tener que rendir demasiadas cuentas a su familia. Al ser uno de los hermanos más pequeños de Dante siempre ha podido vivir rodeado de los lujos y la riqueza, deseando y tomando todo aquello que quería.

Pero a diferencia de los que se dejan llevar por tales sirenas a lo más hondo del estanque Leo utilizó aquellas aguas para intentar hacerse señor y dominador de ellas. Es un hombre que puede resultar rudo, pero siempre trata de mantener la sonrisa y las palabras bonitas que en verdad guardan la certeza de alguien implacable. Es intimidatorio, pero no por alzar su voz o por su porte, sino por aquellas verdades veladas, guardadas tras voces de terciopelo.

Es alguien celoso de lo suyo, lo único que puede hacerle caer en la furia, algo que intenta controlar cuanto puede, pues es lo que le hace sentir más débil, el estar fuera de sus casillas. Por eso ha intentado tomar la festividad más importante de Venecia, el carnaval, como su estilo de vida, tratando de saber utilizar multitud de máscaras que ponerse según quien sea su interlocutor, ya se encuentre en los callejones de la ciudad, en los canales a la media luz o en los salones más iluminados de Venetia.

Virginia Cantieri

Virginia es una doncella de diecisiete años, recientemente cumplidos, hija menor de Niccolo Cantieri y Claudia Dario.

Descripcion física

La pálida piel de Virginia, los cabellos dorados y los ojos claros, de un suave azul aguamarina, la constitución menuda, confieren a la muchacha, junto a su habitual porte, el aspecto de una niña extremadamente inocente y frágil, quizás incluso más joven de lo que realmente es.




Descripción psicológica

Virginia es el reflejo de los anelos no consetidos de su madre, Claudia; la dama Dario hubiera querido para sí la vida de contemplación y devoción de la que sí goza su hermana Carola, en lugar del matrimonio que sus padres concertaron para ella. Así que contra el deseo expreso de su esposo, y tras largas discursiones, consiguió llevar al convento a su única hija, la pequeña Virginia, a la tierna edad de diez años.
Sin embargo, ambos progenitores de la muchacha tenían muy distinto concepto sobre la utilidad de aquel encierro prematuro; si para Claudia, su niña ya no había de abandonar más aquellos muros, para Niccolo Cantieri aquello no era sino el modo de salvaguardarla de todo mal terrenal los años que la separaban del matrimonio.
Como cabe esperar, el carácter de la joven refleja justamente este temprano encierro…el sentimiento de abandono sufrido por la niña al ser aislada de su madre, padre y hermano, al tiempo que una profunda devoción hacia su tia Carola, la hermana Angela, a quien sí ha tenido al lado, a quien sí ha visto a diario.  A la obediencia se suma la devoción, pues la educación recibida da los frutos esperados, y Virginia es profundamente católica. Finalmente, el temor a cuanto le resulta desconocido…esa inquietud, siempre acompañada por el sentimiento contradictorio de la curiosidad y el chispeo casi infantil de la mirada dirigida a cuanto es nuevo para ella le confieren un último alo de inocencia.
Virginia, aun cuando aún no está ordenada, abandona el convento en contadas ocasiones,como es natural… normalmente para asistir a la cena de navidad en el palazzo de los Dario, y a aquellos eventos estrictamente familiares que así lo requieran. Este es el motivo, más los años trascurridos desde su entrada al convento, que ha dado lugar al hecho de que la existencia y el nombre de la menor de los miembros de la casa Dario resulte familiar a los venecianos, mas no así su rostro; pocos son quienes podrían reconocer a la joven fuera de los muros del convento de San Zacarías.