La familia Loredan

Historia y situación actual de la familia:

La familia Loredan siempre ha sido y será uno de los principales pilares de Venecia. Dueños y señores del Arsenal Veneciano, la familia Loredan es determinante en numerosos debates; ya sea por su influencia económica y comercial; por sus poderosas infraestructuras; o por su habilidad de combate. Durante largos años se mantuvo firme como primera potencia naval de la República y las victorias obtenidas contra los turcos otomanos en Gallipoli en 1416 y contra la República de Genoa en Rapallo (1431) hicieron que pronto gozaran del prestigio popular como guerreros y estrategas.
A pesar de gozar con el apoyo popular, la familia Loredan siempre tuvo grandes problemas para acceder al poder, siendo superada hasta en dos ocasiones por los Foscari. Cierta rivalidad nació entonces entre las dos familias y no fue hasta la elección como Dogo de Leonardo Loredan cuando estas rencillas llegaron a su fin. Leonardo prometió a su hija Emiliana con Alessio Foscari en señal de amistad y juntos forjaron un nuevo futuro para Venecia.

No obstante, en 1497, Leonardo fue denunciado por el Consejero del Tesoro, Cipriano Fortuna. Fortuna reveló al mundo ciertas transacciones de dudosa naturaleza que el Dogo había llevado a cabo con personas ajenas a la República. Aquello le costó el puesto a Leonardo y también su cabeza y desde entonces la familia ha caído en desgracia. Fueron expulsados del Alto Consejo y relegados a un segundo lugar en el marco político veneciano. No obstante, los tiempos cambian y todos esperan que, tarde o temprano, el Arsenal Veneciano abra sus puertas para traer de nuevo la gloria a la familia.

Leonardo Loredan (RIP)

Leonardo siempre fue un hombre respetado y muy querido en las cortes venecianas. Lejos del perfil de aristócrata pomposo y despreocupado por el pueblo, Leonardo formaba parte del Alto Consejo y hablaba siempre con la voz de la razón.
A la muerte del anterior Dogo, Sabino Barbarigo, hubo unanimidad para ofrecerle el palacio ducal a Leonardo. Éste aceptó gustoso y durante largos años gobernó Venecia. La situación no era la idónea, los exploradores españoles descubrían nuevas tierras en occidente y la hegemonía de la Sereníssima comenzaba a tambalearse. Quizás fue ése el motivo por el que el Dogo se dedicó al contrabando ilegal de armamento, embarcaciones y prostitutas. Desviando fondos a sus arcas, al menos según cuentan las malas lenguas, Leonardo gobernó durante 7 años. Fue su propio tesorero, Cipriano Fortuna, quien denunció los actos ilícitos de su señor. Tras el pertinente juicio, Leonardo fue invitado a abdicar en la guillotina trayendo consigo la desgracia para su familia. Gracias a ello, los Fortuna ocuparon el puesto de los Loredan en el consejo y el propio Cipriano se asentó en el trono de la República.

Inés de Castro (RIP)

Primera esposa de Leonardo, madre de Sebastiano y Dante. Inés es una de las descendientes directas del famoso Pedro Fernández de Fuentecalada, primer maestre de la Orden de Santiago y fundador del Monasterio de Santa Cruz de Valcárcel.
Con apenas 16 años la chica dio a luz a su primogénito y, desde entonces, le afectó un profundo pesar. Su cabello se volvió pajizo, su piel blanca y delicada y su salud muy frágil. Con su segundo embarazo, la situación fue mucho a peor hasta que, finalmente, Inés murió a los 18 años dando a luz a su hijo Dante.
Algunas personas hablan de que Inés estaba marcada por Dios de alguna forma. Durante el viaje de novios, la feliz pareja pernoctó en cierto palacio español. Al amanecer, la leche de las vacas se había agriado; la tierra marchitado e incluso auna yegua embarazada se le enredaron las tripas y murió en sangre.
La familia desmiente estas acusaciones e Inés fue enterrada en camposanto, pero hay aún muchos que frotan los dinteles con sal cuando se nombra a la muchacha.

Bernardina Farina (64)

Bernardina se casó con Leonardo poco después de la muerte de su primera esposa. Nacida en Venecia, Bernardina siempre había estado enamorada del apuesto hombre. Según cuentan, el padre de la muchacha pagó una gran suma de dinero para contentar a los Loredan y que se diera el casamiento. Dio a su marido tres hijos y acogió como propios a los huérfanos Dante y Sebastiano. Desde el momento en que Leonardo fue nombrado Dogo, Bernardina tuvo el corazón en un puño. Demasiado poder atrae los infortunios y, por desgracia para ella, no podía tener más razón. La mujer afirma que Leonardo jamás habría sido capaz de algo así y asegura que su marido fue víctima de una trampa. Desde entonces ha destinado todos sus recursos a encontrar el culpable de estas fechorías aunque, incluso para sus propios hijos, no hay nada que investigar. El tiempo le pesa a esta anciana mujer pero ahora es el albacea de su esposo y desea ponerlo todo en regla antes de que ella misma
se vaya a visitarlo definitivamente.

Sebastiano Loredan (RIP)

Primogénito de la familia, Sebastiano siempre demostró gran predisposición para el combate. Mujeriego y descocado, Sebastiano tenía una mujer en cada puerto y, por supuesto, otra más esperándolo en casa. Adriana Barbarigo era la fiel esposa que aguantaba los murmullos sobre pelandruscas de agua salada con estoicidad. Casados desde muy jóvenes, Sebastiano y Adriana no tuvieron muchos momentos de intimidad. Es por ello por lo que únicamente tuvieron un hijo, el joven Romeo.
Virtuoso gracias a su padre, Sebastiano fue quien más sufrió por lo sucedido con los Fortuna. Quedó tan trastornado que, en los últimos años, apenas pisó Venecia. Marchaba de una batalla a otra, tratando de recuperar el honor que le había sido despojado hasta que quiso la suerte que encontrara la muerte en la última batalla contra el ejército turco. Su propio hermano Dante fue testigo de lo sucedido y, desde entonces, hay una convulsa situación en la familia.

Adriana Barbarigo (34)

Hija de una rama secundaria de la familia Barbarigo, Adriana siempre se ha considerado una mujer de armas tomar. Su casamiento con Sebastiano "el Golfo" le trajo de cabeza durante los primeros años. Siempre que lo veía, éste tenía nuevas muescas en su cinturón y ella no podía más que sonreír y maldecir por lo bajo. Finalmente consiguió darle un hijo, una hermosa criatura de nombre Romeo. Desde entonces, todas sus frustraciones las volcó sobre el muchacho quien fue creciendo sin la presencia de su padre. Adriana nunca ha gozado de una buena relación con el resto de la familia, quien la sigue viendo como a una intrusa dentro de sus muros. Es por ello por lo que, tan pronto como su hijo pudo caminar, Adriana volvió a casa de sus padres. Aún no ha asimilado su recién estrenado papel de viuda y, a pesar de todas las expectativas, ha pasado mucho más tiempo llorando del que cualquiera imaginaría.

Romeo Loredan (15)

Único hijo de Sebastiano y Adriana, Romeo nunca ha poseído la rudeza y virilidad características de su padre. Desde muy pequeño, Romeo disfrutó con la compañía de su "tío" Ludovico y con menos de cinco años ya recitaba poesías y cantaba serenatas. Las pocas veces en que su padre y él pasaron más de un mes juntos, Romeo siempre acababa azotado o encerrado en su habitación ya que, según su padre, aquellos no eran menesteres de un hombre. Con la muerte de su abuelo, Romeo se encontró en la posición de futuro cabeza de familia y aquello lo traumatizó severamente. Él quiere ser un artista,
cantante y actor, no un capitán de barco belicoso y vulgar. Su padre, harto de esa actitud afeminada, le envió a la escuela militar de Gaspare el Bravo para intentar rectificar su conducta. Lejos de obedecer, Romeo tomó una importante determinación. Al amanecer del tercer día, el joven se castró con un estilete al rojo vivo para asombro de todos los presentes. Desde entonces su padre renegó de él y él de su padre. La voz del muchacho se ha ido agudizando y actualmente es una de
las voces más famosas de la Scuola Grande.

Dante Loredan (44)

Apodado "el Magnífico" o "el León de Venecia", según a quién se pregunte, Dante siempre fue considerado el segundón de la familia. Debido a los grandes méritos de Sebastiano y la salud de hierro que siempre había demostrado, Dante y su hermano Gionata tuvieron muchos más permisos de lo que jamás habrían imaginado. Dante jamás fue forzado a casarse o sentar la cabeza, mucho más preocupado en las guerras que su patria libraba que en ocupar la cama de alguna pomposa dama de la corte. No obstante, la muerte de Sebastiano y el fatídico episodio de su único heredero hacen que su nombre haya cobrado importancia en el marco político de la familia.
A pesar de no ser su madre, Bernardina guarda una magnífica relación con él y, según cuentan, tiene grandes planes bajo la manga para su aguerrido hijo.

Gionata Loredan (38)

Si Leonardo no hubiera tenido un fin tan dramático, Gionata sería la oveja negra de la familia. Lujurioso, grosero, ludópata y vividor. Gionata se hizo a la mar mucho antes de que su padre pudiera echarle un lazo y someterlo a su voluntad. Practicó la piratería por todo el Mediterráneo y fueron muchas las veces que su pequeña flota puso en jaque a mercaderes de todos los reinos.
Con más de veinte navíos en su haber, Gionata se ha erigido como una fuerza determinante en los mares circundantes. A pesar de todo, jamás ha renegado de su nombre y durante la pasada batalla contra los turcos, ayudó a sus hermanos con todo su poder. Tiene grandes problemas con el juego, llegando incluso a jugarse la vida de alguno de sus hombres en apuestas de taberna. Por suerte para los suyos, es casi tan tramposo como lascivo, y no suele perder partida alguna.

Marco Pietro Loredan (35)

Llamado por muchos jocosamente "Mosquetón", Marco Pietro es un hombre atractivo y correcto. A diferencia de su hermano Gionata, Marco siempre siguió los pasos de su padre sin rechistar. Obtuvo el grado de maestro espadachín en diferentes academias de esgrima y siempre demostró una buena predisposición a los designios de sus padres. Durante cierta batalla contra los ejércitos de Milán, Marco tuvo un accidente con su mosquete y éste reventó en mil pedazos en sus propias manos.
Desde entonces es sordo de una oreja y bastante irascible con el tema. Se casó con Paola Dario hace varios años, en señal de la unidad entre las dos familias. Juntos, los Dario y los Loredan, representaron el poder militar más grande de toda la República, prácticamente imparable.Le ha dado varios hijos a su esposa, no obstante, cuentan las malas lenguas que no es su mujer quien inflama sus deseos.
Marco Pietro es un adonis que despierta los suspiros de todas las damas y es por ello que
su mujer lo guarda celosamente como el tesoro que, de hecho, es para ella.

Emiliana Loredan (28)

Tan valiente como torpe, y tan fiel como borracha. Emiliana es una mujer que vive una época que no le corresponde. Desde pequeña creció con el ejemplo de sus hermanos; todos ellos aguerridos y bravos. A pesar de los intentos de su madre por convertirla en una damisela, Emiliana demostró ser todo un desastre en los menesteres de una dama. No obstante su amor por su padre era casi insano, así que Emiliana siempre lo obedeció en todo lo que le pedía. La mujer está desposada con Alessio Foscari, un pobre infeliz que jamás ha podido domar a su esposa.
Emiliana es una mujer torpe que, cada dos por tres, rompe algo o tropieza. No obstante, y para sorpresa de todos, es una magnífica espadachina de la escuela de Lucía Rossi y está constantemente entrenando para callar la boca del desgraciado de Gaspare el Bravo.
La muerte de su padre le ha traído de cabeza, de hecho en su último combate fue herida de gravedad y ahora está recuperándose. Apoya a su madre en todo lo que tiene que ver con sus teorías de traición y ha jurado limpiar el nombre de su padre con la sangre de los culpables. Tiene dos hijas, Perla y Gemma, sus dos tesoros.

Alessio Foscari (31)

Alessio es un hombre eclipsado por su mujer. Hombre culto y doctorado en leyes, Alessio siempre ha sentido la necesidad de encandilar a su esposa. No obstante, ella jamás ha demostrado interés alguno en hacerle el favor. Cuando pidió su mano ella dijo que sólo se desposaría con alguien capaz de desarmarla en combate; el resultado fue estrepitoso. El pobre diablo terminó magullado y humillado y nadie sabe exactamente qué motivó a Emiliana a aceptar el matrimonio después de eso.
Actualmente es el administrador de los bienes de la familia y mientras su esposa lleva una vida de aventuras y espadas, él se queda en casa con su suegra y sus hijas para asegurarse que todo marcha bien.
Hace algunos años, Giovanni Dario tuvo problemas legales con algunos miembros del gremio de Orfebres. Aquellos problemas desembocaron en juicios y Alessio fue contratado por los Barbarigo para defender su causa. El juicio resultó un éxito para los orfebres y los Dario se vieron obligados a pagar una gran suma de dinero. No obstante, y a pesar de ello, cuando Giovanni obtuvo el puesto de Dogo, escogió a Alessio como Magistrado Rojo en vista de su buen hacer, su objetividad y su buen corazón. El Foscari no podría estar más maravillado y agradecido.

Perla (10)

Hermosa por naturaleza, Perla siempre ha sido la princesa del cuento. Desde que nació todo eran elogios a la familia e incluso muchos artistas quisieron utilizarla como musa para sus obras. No obstante, a partir de los cinco años, su salud fue empeorando.
Sus huesos, de alguna forma, son extremadamente frágiles y se parten con extremada facilidad. Eso ha hecho que la niña esté postrada en una cama permanentemente y sólo pueda ver el sol a través de las ventanas o cuando los criados la sacan en volandas sobre el propio colchón. Con el pasar de los años, la criatura se ha llenado de odio y rencor. Su hermana es una niña muy sana que salta, ríe y juega con total libertad. Ella sin embargo, sólo puede meterse de lleno en sus estudios y jugar
de vez en cuando a las muñecas.

Gemma (9)

A diferencia de su hermana, Gemma goza de una salud de hierro. Cuando no está trepando, está saltando o practicando su esgrima. Gemma desea ser como su madre y es por ello por lo que entrena a diario sus movimientos, para pesar de su padre, quien le gustaría que se dedicara a labores más femeninas.
Goza de la simpatía de todos, pues a parte de ágil es graciosa y una excelente imitadora. Puede hacer hablar a los gatos, los perros y los pájaros o, incluso, simular la voz de su propia madre. La vida es feliz para ella y lo único que la entristece es la situación de su hermana. Su deseo es viajar por todo el mundo y encontrar un alquimista que pueda sanar a la pequeña
para que así, juntas, puedan vivir felices.