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Livin la vida loca (1 de Mayo)
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Ethos :: :: Consunción
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Livin la vida loca (1 de Mayo)
1012 HORAS
-¡Cuarto de libra con queso, Grand McExtreme Bacon y Chicken Burger BBQ! Todo con patatas wedge! ¡AHORA!
El ritmo en la cocina era frenético aquel día. Emma llevaba siendo encargada apenas una semana y desde ese día había tenido más problemas que en los últimos tres años: la gente se quejaba de que la comida salía fría, la maldita Mónica perdía cada vez más pelos dentro de la freidora y Di Marco era el recién llegado más inútil que había pisado un Mc Donald. El trabajo se amontonaba, los pedidos salían con cuenta gotas y la gente se desesperaba por recibir su cantidad diaria de calorías.
El hilo musical que sonaba de fondo parecía bastante acorde con lo que Emma estaba sintiendo en ese momento. Como si, de alguna forma, el tiempo se hubiera parado durante unos instantes, la mujer de treinta y tantos se descubrió a sí misma mirando con cara de tonta hacia el acneico Peter, que parecía molesto por algo.
-Emma, una mujer quiere hablar con el encargado. Dice que había una cucaracha en su ensalada... - dijo el chico al borde de un ataque de nervios. -Voy a salir a tomar un poco el aire.
-Menos aire, Ceniciento.- espetó Mónica en un tono burlón. -Sácanos más carne al blanquito patoso y a mí.- miró entonces hacia la televisión, observando el videoclip de tan famosa canción. -¡Quién fuera banana para atascarse en tu boca Ricky!
Maladie- Mensajes : 143
Fecha de inscripción : 26/12/2012
Re: Livin la vida loca (1 de Mayo)
*tuiiing*
Sentí que otro mechón de pelo escapaba de su lugar como si fuera el resorte de un muelle. Esa mañana, había optado por cambiar la habitual coleta por un recogido en forma redondeada que a la chica de cuello estilizado y sonrisa radiante del video le quedaba perfecto. Ilusa de mi, lo que no explicaban en el tutorial era como hacerte el dichoso peinado a la vez que tratabas de que no se quemaran las tostadas, recogías la ropa sucia del baño y gritabas a un par de crios para que metieran los libros en las mochilas del colegio.
Las tostadas acabaron quemadas. Las rasqué con un cuchillo tras embutir la ropa a presión en la lavadora, las serví a los gemelos aguantando sus justificadas muecas de disgusto y conseguí agarrar el moño formando algo parecido al del video a costa de crucificarlo con una docena de horquillas.
- ¿que cosa horrible te has puesto ahí, emma? Parece un donut de ayer pegado a un melón.
Esas fueron las palabras de mi encantadora madre. Empezaba mi mañana.
Llevé a los gemelos al colegio, tras un par de salidas en falso en las que tuvimos que retroceder a recoger primero la mochila de Josh y luego el inhalador de Jeremy. Dejé a los chicos, y sorteando los coches en la carretera como si corriera en la Nascar, llegué al trabajo con el tiempo justo para abrir, encender las máquinas y recibir al camión de repartos. Apenas hacía una semana que Rory, el anterior encargado había presentado la dimisión tras obtener una oportunidad en un buffet de abogados. Otro que encarrilaba su futuro y se alejaba del mundo del trabajo no cualificado Y a mi me habían soltado el ascenso.
- Al menos mientras estudiamos posibles candidatos.
Habían sido las palabras de la coordinadora de zona. Iba progresando en mi carrera en los fast-food. "Yuhu".
Y cuando llevaba apenas unas horas el caos no hacía mas que aumentar. A esas alturas poco quedaba del donut, digo el peinado... notaba como un montón de mechones se habían escapado formando algo mas parecido a la explosión de una margarita en mi nuca. Pero tenía muy claro que no estaba en donde estaba por mi cara bonita. Ja. Así que empecé a sacar bandejas de debajo del mostrador, colocandolas una tras otra, listas para servir los pedidos y agilizar así el proceso.
Asentí a Peter, prefiriendo que se tranquilizara un poco a que la liara aun más.
- Te quiero aquí en un minuto eh? no me hagas ir a buscarte o te traeré tirando de una oreja. Venga, sal.
Miré fugazmente el video clip. Lo que habría dado por ser la chica que se frotaba con un guaperas así bajo la lluvia. O sin el guaperas, me bastaba la lluvia. El sudor corría por mi frente y resoplé ajustandome la gorra.
- A ver, Monica, que no estas pensando en la clase de banana que le gustaría a este tener en la boca. Así que deja las patatas y ponte un rato con la plancha mientras vuelve Peter. Puede que no de tanto miedo como el IT, pero nuestro payaso ha matado a mucha mas gente Así que, deja de intimidar al chico y ayúdale a servir nuestras dosis mortales de colesterol. Haz-me-el-fa-vor.
Me quité la gorra, solté el ridículo moño, volví a recogerme el pelo en la habitual coleta. Me encasqueté de nuevo la gorra como quien se coloca un chaleco antibalas y me dispuse a ir a ver a la mujer que protestaba, dispuesta a decirle que si quería timarnos, que se buscara un truquito un poco mas moderno que el de la cucaracha. Y que la casa le regalaba un ketchup extra.
Sentí que otro mechón de pelo escapaba de su lugar como si fuera el resorte de un muelle. Esa mañana, había optado por cambiar la habitual coleta por un recogido en forma redondeada que a la chica de cuello estilizado y sonrisa radiante del video le quedaba perfecto. Ilusa de mi, lo que no explicaban en el tutorial era como hacerte el dichoso peinado a la vez que tratabas de que no se quemaran las tostadas, recogías la ropa sucia del baño y gritabas a un par de crios para que metieran los libros en las mochilas del colegio.
Las tostadas acabaron quemadas. Las rasqué con un cuchillo tras embutir la ropa a presión en la lavadora, las serví a los gemelos aguantando sus justificadas muecas de disgusto y conseguí agarrar el moño formando algo parecido al del video a costa de crucificarlo con una docena de horquillas.
- ¿que cosa horrible te has puesto ahí, emma? Parece un donut de ayer pegado a un melón.
Esas fueron las palabras de mi encantadora madre. Empezaba mi mañana.
Llevé a los gemelos al colegio, tras un par de salidas en falso en las que tuvimos que retroceder a recoger primero la mochila de Josh y luego el inhalador de Jeremy. Dejé a los chicos, y sorteando los coches en la carretera como si corriera en la Nascar, llegué al trabajo con el tiempo justo para abrir, encender las máquinas y recibir al camión de repartos. Apenas hacía una semana que Rory, el anterior encargado había presentado la dimisión tras obtener una oportunidad en un buffet de abogados. Otro que encarrilaba su futuro y se alejaba del mundo del trabajo no cualificado Y a mi me habían soltado el ascenso.
- Al menos mientras estudiamos posibles candidatos.
Habían sido las palabras de la coordinadora de zona. Iba progresando en mi carrera en los fast-food. "Yuhu".
Y cuando llevaba apenas unas horas el caos no hacía mas que aumentar. A esas alturas poco quedaba del donut, digo el peinado... notaba como un montón de mechones se habían escapado formando algo mas parecido a la explosión de una margarita en mi nuca. Pero tenía muy claro que no estaba en donde estaba por mi cara bonita. Ja. Así que empecé a sacar bandejas de debajo del mostrador, colocandolas una tras otra, listas para servir los pedidos y agilizar así el proceso.
Asentí a Peter, prefiriendo que se tranquilizara un poco a que la liara aun más.
- Te quiero aquí en un minuto eh? no me hagas ir a buscarte o te traeré tirando de una oreja. Venga, sal.
Miré fugazmente el video clip. Lo que habría dado por ser la chica que se frotaba con un guaperas así bajo la lluvia. O sin el guaperas, me bastaba la lluvia. El sudor corría por mi frente y resoplé ajustandome la gorra.
- A ver, Monica, que no estas pensando en la clase de banana que le gustaría a este tener en la boca. Así que deja las patatas y ponte un rato con la plancha mientras vuelve Peter. Puede que no de tanto miedo como el IT, pero nuestro payaso ha matado a mucha mas gente Así que, deja de intimidar al chico y ayúdale a servir nuestras dosis mortales de colesterol. Haz-me-el-fa-vor.
Me quité la gorra, solté el ridículo moño, volví a recogerme el pelo en la habitual coleta. Me encasqueté de nuevo la gorra como quien se coloca un chaleco antibalas y me dispuse a ir a ver a la mujer que protestaba, dispuesta a decirle que si quería timarnos, que se buscara un truquito un poco mas moderno que el de la cucaracha. Y que la casa le regalaba un ketchup extra.
Jiku Rong- Mensajes : 21
Fecha de inscripción : 16/06/2013
Re: Livin la vida loca (1 de Mayo)
Cuando salió, la sala de comidas estaba hecha un caos. La gente se amontonaba en las colas y los cajeros no daban a basto. Sin duda alguna aquel no parecía el 1 de Mayo que mejor representaba el espíritu de los derechos laborales.
Paseó su mirada por encima de todas aquellas cabezas ruidosas y rápidamente se pudo percatar de que había una mujer, con cara muy malhumorada, a un lado de la barra. Parecía estar hablando por teléfono airadamente pero en cuanto vio emerger a quien parecía su nueva víctima, colgó el teléfono y empezó a chasquear los dedos.
-¡Eh, tú! ¡Sí tú, ven aquí mona...!- la mujer parecía la típica clienta resabiada que disfrutaban extorsionando al trabajador con frases incómodas que alguien en su puesto de trabajo no podía responder como realmente querría. Una vez Emma se hubo acercado, y antes de que pudiera decir nada, la mujer le tendió un happy meal a medio comer y justo sobre el envoltorio de la hamburguesa...
-No puedo ni siquiera expresar la repugnancia que me da este local y el trabajo que desempeñáis aquí. ¿Una cucaracha en mi comida?- la mujer gritaba mucho más de lo que Emma desearía. Tras aquella frase lapidaria, varias personas enmudecieron y miraron hacia allí para, poco después, dejar sus hamburguesas sobre la mesa con repugnancia.
-Es el colmo de los colmos. Quiero hablar con el encargado, ¿eres tú?- la mujer hablaba de forma atropellada. -Pues que sepas que os voy a llevar a juicio, voy a poner una demanda y os voy a denunciar a Sanidad. ¡Sinvergüenzas!- la mujer parecía al borde de un ataque de nervios. La cucaracha, por el contrario, seguía muerta y tranquila.
Paseó su mirada por encima de todas aquellas cabezas ruidosas y rápidamente se pudo percatar de que había una mujer, con cara muy malhumorada, a un lado de la barra. Parecía estar hablando por teléfono airadamente pero en cuanto vio emerger a quien parecía su nueva víctima, colgó el teléfono y empezó a chasquear los dedos.
-¡Eh, tú! ¡Sí tú, ven aquí mona...!- la mujer parecía la típica clienta resabiada que disfrutaban extorsionando al trabajador con frases incómodas que alguien en su puesto de trabajo no podía responder como realmente querría. Una vez Emma se hubo acercado, y antes de que pudiera decir nada, la mujer le tendió un happy meal a medio comer y justo sobre el envoltorio de la hamburguesa...
-No puedo ni siquiera expresar la repugnancia que me da este local y el trabajo que desempeñáis aquí. ¿Una cucaracha en mi comida?- la mujer gritaba mucho más de lo que Emma desearía. Tras aquella frase lapidaria, varias personas enmudecieron y miraron hacia allí para, poco después, dejar sus hamburguesas sobre la mesa con repugnancia.
-Es el colmo de los colmos. Quiero hablar con el encargado, ¿eres tú?- la mujer hablaba de forma atropellada. -Pues que sepas que os voy a llevar a juicio, voy a poner una demanda y os voy a denunciar a Sanidad. ¡Sinvergüenzas!- la mujer parecía al borde de un ataque de nervios. La cucaracha, por el contrario, seguía muerta y tranquila.
Maladie- Mensajes : 143
Fecha de inscripción : 26/12/2012
Re: Livin la vida loca (1 de Mayo)
Noté una arcada sacudiendo mi garganta cuando vi el repugnante bicho sobre la hamburguesa. Tuve que hacer un verdadero esfuerzo para no ponerme a gritar yo también y recé mentalmente para que la mujer no agitara demasiado el envoltorio, no fuera a ser que la cucaracha saliera despedida esparciendo una lluvia de repulsivos huevos.
- Le pido disculpas, señora. - Por muchos aires que se diera la mujer, no dejaba de tener razón. Era una bruja histerica, si. Pero una bruja histerica con razón. - Desde luego entiendo su enfado, y puedo asegurarle que nunca antes habíamos tenido un incidente así.
Mientras hablaba, muy deprisa para evitar que siguiera gritando, traté de tomar de sus manos el envoltorio de la hamburguesa con extra de patas.
- Tenemos inspecciones sanitarias todas las semanas, la última justo hace dos días. - esto último lo dije bien claro, para los clientes que aun nos observaban. - Por supuesto, puede poner una reclamación si así lo desea. Le aseguro que este incidente va a ser investigado y no volverá a repetirse.
Miré de reojo al resto de empleados que atendían tras la barra. Una horrible sospecha se estaba formando en mi cabeza. ¿Sería esto alguna jugarreta de Mónica, Peter o alguno de los otros? ¿Una novatada para la nueva encargada? ¿una broma de mal gusto? Bueno, iba a averiguarlo en cuanto calmara a los clientes y si había sido uno de ellos ya podía ponerse a temblar.
- ¿Quiere que le traiga un poco de agua, señora? Las botellas están cerradas y precintadas
Jiku Rong- Mensajes : 21
Fecha de inscripción : 16/06/2013
Re: Livin la vida loca (1 de Mayo)
La mujer pareció dudar durante unos instantes... y después aceptó la botella de agua. Dejó la bandeja sobre la barra y se sentó en una mesa donde empezó a dramatizar y fingir sofocos.
-¡Una solo quería disfrutar del almuerzo!- la mujer estaba fuera de sí y parecía muy decidida a que alguien, quien fuera, pagara caro.
Entre los empleados había una gran tensión, al igual que entre los clientes. Muchos de ellos comenzaron a marcharse de allí a lo que el personal de seguridad reaccionó con agitación. Por suerte, el formato de Mc Donalds no permitía que la gente se fuera sin pagar , pero varias personas empezaron a agolparse con intenciones de reclamar su dinero.
¡Esto es lo que pasa cuando damas rusas venimos a este país!- la mujer continuaba gritando descontrolada y sus comentarios, cada vez más racistas, empezaban a causar crispación entre la gente.
Madre mía la que se ha liado...- comentó Peter en uno de los viajes de la nerviosa Emma hacia la cocina. -¿Estás bien Cuberth?- el chico parecía preocupado por la recién nombrada jefa. El resto permanecía en silencio. Sólo el incesante crepitar del aceite rompía la atmósfera.
-Emma...- la voz de Mónica sobresaltó a la mujer, pero fue mucho peor observar el objeto que traía entre las manos. -El supervisor quiere hablar contigo...
El teléfono negro... Aquello no era buena señal. Había un teléfono fijo con batería portátil que era el medio a través del cual la empresa se comunicaba con cada tienda. Que Roger estuviera al otro lado no significaba nada bueno.
-¡Una solo quería disfrutar del almuerzo!- la mujer estaba fuera de sí y parecía muy decidida a que alguien, quien fuera, pagara caro.
Entre los empleados había una gran tensión, al igual que entre los clientes. Muchos de ellos comenzaron a marcharse de allí a lo que el personal de seguridad reaccionó con agitación. Por suerte, el formato de Mc Donalds no permitía que la gente se fuera sin pagar , pero varias personas empezaron a agolparse con intenciones de reclamar su dinero.
¡Esto es lo que pasa cuando damas rusas venimos a este país!- la mujer continuaba gritando descontrolada y sus comentarios, cada vez más racistas, empezaban a causar crispación entre la gente.
Madre mía la que se ha liado...- comentó Peter en uno de los viajes de la nerviosa Emma hacia la cocina. -¿Estás bien Cuberth?- el chico parecía preocupado por la recién nombrada jefa. El resto permanecía en silencio. Sólo el incesante crepitar del aceite rompía la atmósfera.
-Emma...- la voz de Mónica sobresaltó a la mujer, pero fue mucho peor observar el objeto que traía entre las manos. -El supervisor quiere hablar contigo...
El teléfono negro... Aquello no era buena señal. Había un teléfono fijo con batería portátil que era el medio a través del cual la empresa se comunicaba con cada tienda. Que Roger estuviera al otro lado no significaba nada bueno.
Maladie- Mensajes : 143
Fecha de inscripción : 26/12/2012
Re: Livin la vida loca (1 de Mayo)
¿Es que el día no iba a terminar nunca? Lo que me faltaba ya, ahora una llamada del encargado. Avancé a zancadas hasta estár tras la barra y arrojé el asqueroso insecto y la hamburguesa a medio comer a la papelera. Tomé un formulario de reclamaciones y se lo planté al pobre Peter en el pecho.
- Dile a la señora que te acompañe para poder rellenar la reclamación y te la llevas a las mesas de fuera. Se muy amable y educado pero no le des la hoja hasta que esté fuera del local. Que se calme con el aire fresco.
Tomé el telefono que me ofrecía Mónica, anulé el sonido del audífono y le señalé las bandejas a medio colocar para que siguiera ocupándose de eso. Me volví hacia los clientes que reclamaban por que se les devolviera el dinero, di una fuerte palmada para reclamar su atención y les espeté en el vacuo tono que empleabamos en nuestros anuncios:
- Señores clientes, les informamos quienes deseen una devolución deberá rellenar una solicitud y esperar mientras las revisamos. Se estudiará cada caso con minuciosidad y procederemos a dar una respuesta antes de 60 días. En nuestra cadena nos preocupamos porque la experiencia en nuestros restaurantes sea de su agrado y vaya más allá de la comida. Gracias por visitarnos.
Dejé que Mónica y Peter se ocuparan de los que quisieran seguir protestando y me dirigí al despacho para tener un poco de privacidad, lejos de gritos en rusos y quejas varias. Respiré hondo antes de contestar, volví a activar el sonido e hice un esfuerzo por responder con voz tranquila y jovial.
- Hola Roger, ¿como va todo? ¿que necesitas?
Jiku Rong- Mensajes : 21
Fecha de inscripción : 16/06/2013
Re: Livin la vida loca (1 de Mayo)
Estás despedida
La voz del hombre, que comenzó con su exposición de razones, quedó en un segundo plano. Un pitido comenzó a sonar dentro de su cabeza. Emma podía sentir el peso del mundo caer sobre ella; las facturas de la casa, despedirse del seguro médico, aguantar las cuchilladas de su madre... El hilo de su cordura vibraba con intensidad, amenazando con romperse en cualquier momento.
Ya está todo hablado, así que en cuanto termines el turno recoge tus cosas y déjale las llaves a Mónica. Mucha suerte por ahí fuera, Cuberth. La vas a necesitar.
Y sin más colgó. El muy hijo de puta no esperó a una sola réplica; Emma podría haber saludado y haberse ido a hacer de vientre que habría ocurrido lo mismo. La situación era desesperante y, para cuando Emma alzó la mirada, pudo ver a la endemoniada Mónica tratando de calmar a unos clientes. Como si nada...
Entonces un SMS llegó a su teléfono móvil. Parecía de Rose, la asistente social que estaba trabajando en su caso para poder ofrecerles alguna ayuda.
Me ha llamado tu madre. Dice que ha reventado una cañería y el sótano se está inundando. Iré lo antes posible Emma.
Maladie- Mensajes : 143
Fecha de inscripción : 26/12/2012
Re: Livin la vida loca (1 de Mayo)
No. Me negaba a creerlo. No podía ser, necesitaba el dinero, necesitaba el seguro médico y necesitaba cinco minutos de paz para que la cabeza dejara de darme vueltas.
- ¡Roger! pero si...! no... no... ¡claro pero es que...! ¡.. He echado más horas extra que nadie! Si.. lo entiendo pero... ¡¿y si..?! Oye yo podría.. ¿Roger?¡¿Roger?! - Escuché el tono de la linea cuando el muy hijo de su puñetera madre me colgó el telefono. Ni siquiera me había dejado explicarme. Cerdo. Cabrón. Ojalá que su bonito diploma de posgraduado en economía y finanzas se le cayera encima con la esquina del marco por delante, para que se hincara más.
Respiré muy hondo. Una vez más. Tenía que pensar que iba a hacer ahora. Contaba con el extra que suponía el cargo de encargada para hacer unos arreglos al coche que ya iba necesitando. Y además tenía que comprar ropa y zapatos nuevos a los gemelos. Bueno, podía preguntar si necesitaban ayudantes por hora en la peluquería veterinaria y hacer unas horas extra más si me aceptaban en alguna de las pizzerías locales. Eso supondría volver a echar horas por la noche, claro. Y los fines de semana que era cuando necesitaban más personal. Iba a tener que organizarme de nuevo.
Estaba recomponiendo mi maltrecho horario cuando llegó la siguiente bomba. En serio, ¿se podía saber que le había hecho yo al universo? ¿había sido gengis khan en otra vida? ¿Hitler? ¿El inventor de la canción del verano?. Una cañería y todo el sótano inundado. ¡¿De donde iba a sacar el dinero para reparar todo eso?!
Suficiente. Ya estaba harta. Ni respiración profunda ni mente positiva ni el cliente siempre tiene la razón. Salí del despacho aparentando una falsa calma, regresé hasta el mostrador y metí la mano en el cubo de basura, hurgando en él hasta dar con el envoltorio de la asquerosa cucaracha que siendo sinceros ya no me parecía tan asquerosa como algunos humanos. Sin importarme que hubiera clientes mirando, coloqué el envoltorio sobre el mostrador, junto a una de nuestras cajas donde se viera bien el logotipo e hice varias fotos con el movil. Despues fuí a la caja registadora, tecleé el código de acceso y con la encantadora y falsa sonrisa que exhibia para los clientes más molestos empecé a tomar los billetes acumulados de la recaudación del dia.
- Monica, querida - me volví hacia ella tendiendole las llaves del local - Luego cuando llegue Roger le dices que ya me he llevado el finiquito por despido improcedente, no hace falta que me prepare el cheque. Ah, y cuando proteste por favor, dile que mire el archivo que le he mandado a la impresora. Graaaaciassss.
Revisé las fotos que había tomado y seleccioné la que mejor se veía. La envié a la impresora del despacho. En las opciones de impresión puse 50 copias. Busqué con la mirada a Peter, el pobre aun debía estar lidiando con la rusa histerica. Bueno, así se curtiría. El mundo no era lugar para las personas amables. Salí del local con paso digno y me dirigí hacia mi coche. Que se fuera preparando el mundo.
Jiku Rong- Mensajes : 21
Fecha de inscripción : 16/06/2013
Re: Livin la vida loca (1 de Mayo)
El viaje hasta casa fue relativamente tranquilo hasta llegar a la rotonda que daba entrada al vecindario. Un retrasado con camioneta se le cruzó y por poco termina comiéndose el horror de estatua que el alcalde había decidido defecar ahí en medio. Después de escuchar los gritos con acento de Texas sobre la incompetencia de las mujeres al volante, Emma llegó a casa.
La vieja casa de los Cuberth había servido durante generaciones como granja; pero al no tener demasiado interés en el negocio familiar y ningún hombre que supiera o quisiera ocuparse de tareas agrícolas, poco a poco el edificio entero comenzó a sucumbir a los achaques del tiempo.
- ¡Vais a volverme loca! Creo que... creo que me estoy muriendo...- los gemidos dramáticos procedían de Caroline, la madre de Emma.
-¡Mamá se está muriendo! ¡Es tu culpa Josh!- dijo Jeremy mientras golpeaba a su hermano con la bandeja de la comida.
-¡Ahhh! ¡Que es mentira!- dijo devolviéndole un puñetazo. -Emma dice que mamá sólo se muere en las pelis de su cabeza...
-¡Señora Cuberth!- la voz de un hombre sonaba desde el sótano de la casa. El olor a humedad y el sonido de agua desbordándose destacaba por encima de todo lo demás. -¡Señora Cuberth por favor, ¿puede controlar a su perro?!
-¿P E R R O? Ohhhhh- dijo Caroline mientras se desvanecía. Su perfecto pelo y su maquillaje apenas sufrieron, pues cayó en una perfecta posición sobre el sofá mientras veía su telenovela favorita.
-¡REX!- dijeron los niños al unísono. Salieron entonces corriendo mientras se escuchaba cómo un perro subía las escaleras desde el sótano. Completamente empapado, emergió un San Bernardo que embistió la puerta arrancando uno de los goznes inferiores. Los niños lo siguieron corriendo y, al ver el rostro desencajado de la recién llegada Emma, enmudecieron en el acto para evitar que los siguiera.
-Señora Cuberth creo que el problema ha sido...- la voz del fontanero fue acercándose cada vez más hasta que apareció al otro lado de la puerta.
-El problema ha sido que no ha usado suficiente lubricante... ¿sabe a qué me refiero?- dijo con una amplia sonrisa blanca. Sus músculos se notaban apretados contra la dura ropa de trabajo y su mirada delataba pura lascivia.
-Señorita... Señorita, ¿lo entiende?
-Vamos a tener que cambiar casi toda la instalación, pero el presupuesto del seguro no alcanza para tanto. ¿Qué hago sigo trabajando o recojo mis cosas?
La vieja casa de los Cuberth había servido durante generaciones como granja; pero al no tener demasiado interés en el negocio familiar y ningún hombre que supiera o quisiera ocuparse de tareas agrícolas, poco a poco el edificio entero comenzó a sucumbir a los achaques del tiempo.
- ¡Vais a volverme loca! Creo que... creo que me estoy muriendo...- los gemidos dramáticos procedían de Caroline, la madre de Emma.
-¡Mamá se está muriendo! ¡Es tu culpa Josh!- dijo Jeremy mientras golpeaba a su hermano con la bandeja de la comida.
-¡Ahhh! ¡Que es mentira!- dijo devolviéndole un puñetazo. -Emma dice que mamá sólo se muere en las pelis de su cabeza...
-¡Señora Cuberth!- la voz de un hombre sonaba desde el sótano de la casa. El olor a humedad y el sonido de agua desbordándose destacaba por encima de todo lo demás. -¡Señora Cuberth por favor, ¿puede controlar a su perro?!
-¿P E R R O? Ohhhhh- dijo Caroline mientras se desvanecía. Su perfecto pelo y su maquillaje apenas sufrieron, pues cayó en una perfecta posición sobre el sofá mientras veía su telenovela favorita.
-¡REX!- dijeron los niños al unísono. Salieron entonces corriendo mientras se escuchaba cómo un perro subía las escaleras desde el sótano. Completamente empapado, emergió un San Bernardo que embistió la puerta arrancando uno de los goznes inferiores. Los niños lo siguieron corriendo y, al ver el rostro desencajado de la recién llegada Emma, enmudecieron en el acto para evitar que los siguiera.
-Señora Cuberth creo que el problema ha sido...- la voz del fontanero fue acercándose cada vez más hasta que apareció al otro lado de la puerta.
-El problema ha sido que no ha usado suficiente lubricante... ¿sabe a qué me refiero?- dijo con una amplia sonrisa blanca. Sus músculos se notaban apretados contra la dura ropa de trabajo y su mirada delataba pura lascivia.
-Señorita... Señorita, ¿lo entiende?
-Vamos a tener que cambiar casi toda la instalación, pero el presupuesto del seguro no alcanza para tanto. ¿Qué hago sigo trabajando o recojo mis cosas?
Maladie- Mensajes : 143
Fecha de inscripción : 26/12/2012
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