Asentamientos y fortalezas

Mithlond: Más conocido como los Puertos Grises, Mithlond es de los pocos rincones de la Tierra Media que no ha sido tomado por las fuerzas de Sauron. Tradicionalmente es el puerto en el que los elfos toman el barco que los llevará a Valinor para no regresar jamás.

Círdan, el Constructor de Barcos, juró permanecer en la Tierra Media hasta que el último elfo cruzase el mar y, por lo visto, ni si quiera el Señor Oscuro puede hacer que incumpla su palabra.

Los elfos de Mithlond han conseguido defenderla de todos los ataques que las fuerzas oscuras han llevado a cabo contra ella, incluso hay quien dice que está protegida por los propios Valar. Sea como sea, el Enemigo ha visto que sufre demasiadas bajas en sus ataques, por lo que ha rodeado Mithlond y lo mantiene bajo asedio. Pero los elfos conocen otras formas de entrar y salir de los Puertos Grises…




Serles Nimraith: Tras el hundimiento de Beleriand, los elfos fundaron el reino de Lindon, donde Gil-Galad gobernó durante largos años, pero tras la guerra contra Angmar, sufrió un rápido declive quedando prácticamente despoblada.

Tras la pérdida de Lothlorien, Galadriel guió a su pueblo a los Puertos Grises para volver a Valinor, lejos de la mano de hierro de Sauron, pero algunos galadhrim se negaron a abandonar la Tierra Media a su suerte y decidieron quedarse y luchar. Los esfuerzos de Galadriel por convencerlos fueron en vano y comprendió que sus corazones seguían en la Tierra Media, por lo que finalmente les dio la mayor de sus bendiciones.

Círdan les ofreció quedarse en Mithlond, pero los galadhrim, acostumbrados a los bosques, prefirieron buscar su propio asentamiento. Tras años de búsqueda, los exploradores dieron con las ruinas de la antigua Serles Nimraith, oculta en el bosque de Lindon, a los pies de las Montañas Azules.

La ubicación de Serles Nimraith es un secreto para la mayoría de los habitantes de la Tierra Media, incluso para otros elfos. Todo aquel que conoce su localización o tiene la confianza de su señor Thoronnir, o es su prisionero.

Gabilgathol: Más conocida como Belegost, Gabilgathol fue una de las dos grandes ciudades enanas en Beleriand. Estaban ubicadas en la parte oriental de la cordillera de Ered Luin, pero tras el hundimiento de Beleriand y la división de la cordillera, quedaron prácticamente destruidas y sus habitantes huyeron a hogares más orientales como Erebor o Khazad Dum.

Ante la noticia del ataque a Erebor por parte de los ejércitos del Señor Oscuro, los enanos que no se encontraban en el interior de la Montaña Solitaria acudieron en ayuda de Dain Pie de Hierro, pero las fuerzas del Enemigo ya rodeaban Erebor. Los enanos se vieron obligados a huir y esconderse para esperar el mejor momento para ayudar a sus hermanos, pero pronto llegó la noticia de la caída de la Montaña Solitaria. No tenía sentido continuar allí, ni tratar de recuperar la fortaleza que a aquellas alturas estaría infestada de orcos. Moria tampoco era un opción, por lo que Zhror, primo de Dain propuso viajar hacia el oeste en busca de las antiguas fortalezas de Nogrod y Belegost.

Zhror murió en una emboscada de orcos tratando de cruzar las Montañas Nubladas, pero su hijo mayor, Zhor, tomó las riendas del nutrido grupo de enanos y finalmente los guió a Ered Luin.

Tras años de búsqueda, por fin dieron con Belegost, Gabilgathol para los enanos. La mayoría de salas estaban derruidas u ocupadas por trasgos y orcos de pequeño tamaño, pronto Belegost volvió a recuperar parte de la gloria que ostentó antaño.




Tumuzahar: Junto a Belegost, la ciudad de Nogrod, Tumuzahar para los enanos, fue la otra gran fortaleza enana de Beleriand.

Ante la caída de Erebor y tras el hallazgo de Belegost, Zhor temió por la supervivencia de su pueblo y, para evitar la extinción de su raza en el caso de que el Enemigo localizara Belegost, decidió que lo mejor sería dividir a los enanos en unos pocos asentamientos, de modo que si uno caía, el resto pudiera permanecer oculto y sobre aviso.

Encontrada Belegost, el siguiente objetivo estaba claro. Nadie quedaba ya que recordase la ubicación de Nogrod y los registros y mapas eran anteriores a la división de las Ered Luin, por lo que de poco les servían ahora. Zhor mandó a su hermano Thrannor a buscar Tumuzahar por la superficie, mientras Rrut, su primo, se encargaba de explorar los túneles que habían encontrado en los niveles más profundos de Gabilgathol.

Rrut guió a su grupo a través de los túneles excavados casi tres edades antes por sus mas antiguos antepasados. Nada quedaba ya de los corredores naturales que habían hallado los primeros habitantes de aquellas cavernas, todo estaba ahora tallado y esculpido cuidadosamente por hábiles manos enanas.

Tras meses de viaje, numerosos encuentros con criaturas viles y rastreras y decenas de túneles ciegos o inundados por ríos subterráneos, Rrut contempló las ruinas de la gloriosa Nogrod. El cataclismo la había dañado más incluso que a Belegost, pero los enanos son pacientes y hábiles en la construcción, por lo que poco les importó al sentir en sus corazones la alegría de volver a aquel ancestral refugio.

Poco a poco limpiaron la ciudad de rocas desprendidas y criaturas hostiles, para descubrir la grandiosidad de Tumuhazar. Cuando alcanzaron sus puertas exteriores se maravillaron con la majestuosidad de sus muros y sus gigantescas estatuas guardianas.


Gundubaraz: Cuando Zhor le encomendó la tarea de encontrar Tumuzahar a su hermano Thrannor, este partió con un nutrido grupo de bravos exploradores en busca de la antigua ciudad. Recorrieron las Montañas Azules al sur de Belegost, pues esta era la única referencia que tenían plenamente segura, sin embargo, Thrannor aun no sabía que los pasos que llevan a Nogrod son extremadamente difíciles de encontrar desde el exterior si uno no sabe donde están, por lo que no fueron capaces de dar con la menor pista de su ubicación.

Ante la falta de pistas, Thrannor y sus exploradores siguieron su camino hacia el sur hasta llegar al golfo de Lhun. Algunos de sus enanos aconsejaron a Thrannor que volvieran a Belegost, pero él no quiso darse por vencido, pensando que Tumuzahar se encontraría en la parte sur de Ered Luin, la cordillera que ahora se encontraba dividida por el golfo.

La desconfianza y el resentimiento que sentían los enanos por los elfos se habían visto incrementado por la marcha de estos últimos a Valinor, algo que los enanos veian como una huida y una clara muestra de cobardía, abandonado la Tierra Media y sus habitantes bajo la oscura bota de Sauron. En Thrannor esta desconfianza era aun mayor, por lo que insistió en dar un largo rodeo para evitar acercarse a los Puertos Grises. Gracias a este rodeo, Thrannor y sus exploradores llegaron a las Colinas de la Torre y una fuerte tormenta los obligó a buscar refugio en una oscura caverna.

La caverna resultó ser un largo pasadizo natural que, poco a poco, iba descendiendo hacia las profundidades de la tierra. Sus pasos los llevaron por estrechos corredores durante casi una jornada de viaje, pero los enanos se sienten a gusto bajo tierra, por lo que no sintieron temor en ningún momento, y eso los llevó a la gran caverna. Cuando Thrannor alzó la antorcha, las lejanas paredes le devolvieron el vivo brillo del rubí. Grandes como el puño de un niño enano, los describía mas tarde en todas sus historias, aquellos rubíes dieron nombre y riqueza a la nueva fortaleza enana de Gundubaraz, el Salón Rojo.

Desde entonces, hace casi doscientos años, los enanos han trabajado Gundubaraz, dando forma a sus cavernas y pasadizos hasta convertirlos en amplias salas y corredores que nada tienen que envidiar a la lejana Khazad Dum. La fortaleza es pequeña comparada con Nogrod o Belegost, pero sus habitantes trabajan día a día haciendo que crezca lenta pero inexorablemente.

Fornost: Llamada Norburgo en ocasiones, la ciudad de Fornost se convirtió en la capital de Arthedain cuando el antiguo reino de Arnor se dividió en tres. Está situada a los pies de los montes de las Quebradas, en su parte más meridional. De Fornost parte el Camino del Norte, que atraviesa Eriador hasta el puente de Tharbad.

Fue abandonada tras el ataque de los ejércitos del Rey Brujo, durante la guerra de Angmar. Desde entonces, los hombres de Eriador se han mantenido alejados pues era considerada un lugar de fantasmas, llamándola “Los muros de los muertos".

Los ejércitos de Sauron la tomaron como puesto de avanzada durante su conquista de Eriador y, tras acabar la guerra, se convirtió en la capital del nuevo reino de Arnor.

La ciudad ha ido ganando habitantes y creciendo poco a poco. La mayoría de sus edificios se encuentran dentro de sus altas murallas grises, pero algunos poblados han ido apareciendo con el paso de los años cerca de sus murallas, pasándose a considerar parte de la propia Fornost con el tiempo.

El centro de la ciudad está coronado por la Fortaleza del Rey, ahora gobernada por Obegorn el Alto, un numenoreano negro leal al Señor Oscuro, hijo de uno de los generales más sanguinarios de Sauron durante la Guerra del Anillo y la posterior conquista del Oeste.



Thrarbad: Esta fue otra de las ciudades que los ejércitos de Sauron repoblaron en su marcha hacia el oeste.

Tharbad fue una ciudad importante estratégicamente en la frontera entre Arnor y Gondor pero, con la división de Arnor y el desinterés de Gondor por esos territorios, perdió parte de su poder y, en los últimos siglos de la Tercera Edad, fue abandonada después de que fuera devastada por las terribles inundaciones que siguieron al Cruel Invierno de 2912, cuando Eriador fue atacada por los Lobos Blancos.

Después de la conquista del Señor Oscuro, sus nuevos habitantes reconstruyeron parte de la ciudad, sobre todo la fortaleza y el puerto fortificado, así como los barrios circundantes, pero la mayor parte de la ciudad sigue en ruinas, habitadas por orcos y otras alimañas. Berhael, su gobernante, se ha desmarcado como un gobernante justo con su pueblo, pero siempre bajo los preceptos de Sauron y Saruman.



Lond Daer: Originalmente llamado Vinyalondë, palabra quenya que significa «puerto nuevo», fue construido originalmente con el objetivo de tener un primer asentamiento en el oeste de la Tierra Media y explorar tierra adentro en busca de riquezas. Pero luego y dada la necesidad de madera de Númenor para la construcción de barcos se lo usó para el transporte de madera y se construyó un astillero para la producción de los mismos.

Tras años de lucha con los habitantes originales de la zona, los numenoreanos construyeron un puerto militar fortificado y eso mantuvo a ralla a los pobladores originales que acabaron dispersándose.

Tras la decadencia de Arnor y la Gran Peste que asoló Gondor en 1636 de la Tercera Edad, el puerto perdió importancia entrando en decadencia hasta transformarse en un puerto de pescadores.

No obstante durante la guerra de conquista, el puerto volvió a ganar importancia debido a que fue la entrada de las flotas de Umbar a la zona. El puerto ha vuelto a fortificarse y se ha convertido en un astillero en contacto directo con Umbar, cuyos corsarios se ven a menudo cerca de Lond Daer. La propia Lady Syala, señora de Lond Daer es descendiente de Umbar.



Bree: Antiguo pueblo localizado en pleno centro de Eriador, en el cruce del Camino del Este y del Camino Verde. Bree se eleva en la vertiente oeste de la Colina de Bree, cerca del Bosque de Chet. Al pie del monte se encuentra un centenar de casas de Hombres, construidas con ladrillo, madera y piedra. Más arriba en la loma se encuentran los agujeros Hobbit. El pueblo está rodeado por una empalizada semicircular de madera. Dos puertas guardadas se abren del lado oeste y sur respectivamente.

Desde la segunda mitad de la Tercera Edad, en la villa y la región coexisten pacíficamente los Hombres de Bree y un grupo numeroso de Hobbits que no se establecieron en La Comarca. Sin embargo, tras la Guerra del Anillo y la conquista de Sauron, la mayoría de Hobbits huyeron a la Comarca, donde Saruman les proporcionaba un trato menos radical. En los últimos tiempos, el numero de Hobbits en Bree ha ido aumentando, pero sin alcanzar el numero que la habitaban a finales de la Tercera Edad.

Muchos de sus edificios se quemaron durante la Conquista, incluyendo parte de la empalizada, pero tras años de paz, sus nuevos habitantes han ido reconstruyéndola hasta no dejar ni rastro.

Camrus Helechal, su actual señor, es un hombre mezquino y egoísta. No explota a su pueblo en exceso, pero si quiere algo no dudará en pasar por encima de sus conciudadanos para obtenerlo, también es un cobarde que obedece las ordenes de los emisarios de Sauron y Saruman sin rechistar, temeroso de perder la vida o, peor aún, su posición de poder.

Su posada más famosa, el Poney Pisador, sigue en pie tras numerosas reconstrucciones y regentada por la familia Mantecona, que ayuda, casi siempre sin ser consciente de ello, a los grupos opositores al Señor Oscuro y sus seguidores.



Amon Sûl: Más conocido como “Cima de los Vientos”, es el mayor monte y el más meridional de las Colinas del Tiempo, que se extienden de norte a sur en pleno centro de Eriador.

Los numenoreanos construyeron en su cima la Altalaya de Amon Sûl que, tras las guerras contra Angmar y las inclemencias del tiempo, la Atalaya quedó en poco mas que unas ruinas cubiertas de arbustos, donde el portador del Anillo fue herido por la Hoja de Morgul del Rey Brujo.

Hasta hace poco menos de un siglo siguió deshabitada, pero uno de los nueve Nazgûl se instaló en ella, haciéndola reconstruir. A su alrededor se instalaron los campamentos de servidores del Nazgûl, campamentos de tiendas que con el paso del tiempo, dieron paso a un pequeño poblado fortificado.

Desde aquí, el Nazgûl supervisa las actividades de los señores de Arnor y mantiene la voluntad del Señor Oscuro.

Hobbiton: Es el centro de producción de hierba de La Comarca, la principal actividad hobbit desde que Saruman es el señor de esta raza. La colina se dedica ahora en exclusiva al cultivo de hierba, al igual que la mayoría de tierras fértiles de toda la Comarca, por lo que los hobbits deben cultivar su comida en sus propios jardines, lo que provoca que la anterior abundancia de alimento ya no exista y se vivan situaciones de hambruna, en términos hobbit. El tocón del Árbol de la fiesta en el Campo de la fiesta es solo un recuerdo amargo de tiempos mejores.

Pese a que la oficina de correos sigue funcionando, todas las misivas son revisadas por funcionarios de Saruman y también se han requisado todos los mathom que pudieran ser utilizados como arma.

Por ser la capital de La Comarca, es la zona más controlada por Zarquino, y Friadoc Maggot es el encargado de mantener a los demás hobbits dentro del comportamiento que se considera adecuado en los nuevos tiempos. Reside en Bolsón Cerrado y desde allí distribuye numerosos panfletos que recuerdan a los habitantes de Hobbiton que aceptar la esclavitud es fuente de recompensas.

Los Gamos: Es una estrecha franja de tierra delimitada al oeste por el río Baranduin y al este por el Bosque Viejo. Los Gamos está compuesta por Gamoburgo, la capital donde reside el Señor de Los Gamos y la principal fuerza de Saruman en la región, Balsadera de Gamoburgo, segundo paso más importante del Brandivino, Cricava, Cerca Alta y Fin de la Cerca.

Esta zona está rodeada en su mayor parte por una espesa y alta cerca de setos que sirve ahora de frontera para impedir la libre circulación de hobbits. Por su historia, los hobbits de esta región son considerados peligrosos por Zarquino y los mantienen bajo estrecha vigilancia. De la misma manera, este carácter guerrero ha propiciado que sea aquí dónde se inicia el movimiento revolucionario contra la Mano Blanca.

Merum “el gordo” Brandigamo es el actual Señor de Los Gamos y reside en Casa Brandi, manteniendo el orden en la región bajo la atenta vigilancia de los esbirros de Saruman. Su principal tarea es mantener la paz y asegurarse de que se cumplan las cuotas de secado y embalado de hierba para pipa, que es traída de Hobbiton y sus alrededores para llevarla hasta Isengard.