Génesis [S 13 D 4, Facultad de Medicina]

por Dana Grishenka Vie Ago 24, 2012 9:48 pm

Miré el reloj: casi las 3. Habría podido adivinarlo observando las caras de los alumnos que tenía delante. Instantes antes del final de la clase, siempre empezaba a notarse cierto movimiento que indicaba que muchos de ellos volvían a despertarse. Era casi frustrante. Tanto como que tuviéramos que dar estas estúpidas clases presenciales que al parecer mejoraban la relación profesor-alumno. Ja!

-Es harto sabido ya que nuestro DNA muta de manera espontánea y aleatoria. Muchos asocian estas mutaciones a fenómenos de selección natural. Mejorar para sobrevivir. Y sin embargo el ser humano no siempre ha sido capaz de optimizar su genoma para sobrevivir. ¿Y si en realidad, harto ya de tan solo sobrevivir y malvivir, nuestros genes, en un alarde de curiosidad solo se dedicarán a probar diferentes formas, con un único fin: vivir? ¿Vivir un tiempo, un breve instante aunque sea, con el único placer de experimentar algo nuevo?

Algunos se miraron entre ellos. Otros, ni siquiera se inmutaron, preparándose ya para salir de la sala. Si, acababa de mandar la teoría de selección natural a la mierda. ¿Y? Con un poco de suerte, a más de uno le costaría dormir esta noche mientras se lo planteaba.

La pantalla se apagó automáticamente. Un ingenioso invento para que el profesor no sobrepasara el tiempo.
Las 3. Los alumnos se levantaron vaciando el aula y llevándose con ellos mis esperanzas de haberles hecho por un instante, cuestionarse algo.

Salí también yo, rebuscando en mi bolso aquel estúpido vicio. Me quedaban cuatro y como siempre cuando los encendía, me recibía alguna mirada de odio que en verdad, me daba totalmente igual.
Por unos instantes, Amanda me cegó hasta que mis pupilas se reacostumbraron a la luz. Caminé unos pasos alejándome de la puerta, y un poco de la gente y lo encendí. Tan solo un par de caladas y ya.

por Artema Vie Ago 24, 2012 11:36 pm

Vaya, vaya, vaya, me preguntaba quién sería esa belleza que esgrimía el cigarrillo con tanto estilo...- la voz de un hombre resonó junto a ella. Cuando Dana se giró encontró a un antiguo amor de la juventud, Malcolm Faraday.

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¿Cómo estás, Dana?- se acercó a ella y le dio un beso en la mejilla izquierda. La mujer pudo sentir algunas miradas indecentes clavarse sobre ellos, no es que estuvieran haciendo nada malo, pero en la Ciudadela prácticamente cualquier cosa puede ser noticia. Además, que el director del Rodas se acercara por esos lares después de tanto tiempo, algo relevante tendría que hacer, ¿verdad?

-Me alegro mucho de verte, ¿has terminado? ¿Puedo invitarte a un té? Quizás mis genes no sean tan ordenados como los tuyos pero te juro que sigo defendiéndome en una conversación civilizada.- como siempre, exageraba. Malcolm Faraday fue el mejor de su promoción, obteniendo más de tres títulos científicos a la vez. Nadie sabe cómo logró coordinarse para, siquiera, acudir a todos los exámenes. Pero así fue y Dana fue testigo de los acontecimientos. La mirada del hombre pareció rogar mientras sus manos se unieron en señal de plegaria.

por Dana Grishenka Sáb Ago 25, 2012 12:08 am

Expulsé de golpe el humo del cigarrillo, sobresaltada. El susto se convirtió en una gran sonrisa al reconocer a Malcolm. El único ex al que siempre me gustaba volver a ver. No estaba tan guapo, y sin embargo siempre sentía algo especial al verlo. Quizás era aquella sensación de que sencillamente terminó, sin que ninguno de los dos hiciera nada malo.

Respondí a su beso con un breve pero cálido abrazo.
- Si, he terminado por hoy, al menos en cuanto a clases. Me rebelaré unos instantes contra esos genes que me ordenan regresar a mi laboratorio y accederé a tomarme un té contigo - Tomé su brazo comenzando a caminar. Su aparición había roto la monotonía con la que había empezado mi día y de alguna manera quería agradecérselo. - A decir verdad, no es tu civilizada conversación la que me ha convencido... - Le miré de reojo esperando a ver su expresión.- No, algo quieres decirme. Hay algo que te ha sacado de tu fabuloso hospital y apasionante trabajo para venir hasta mi y deduzco que no es mi elegante forma de intoxicarme.

Habían colocado unas mesitas fuera así que me dirigí hacia una de ellas, la más apartada. La Ciudadela tenía ojos y oídos donde menos te lo esperabas pero la universidad era especialmente un foco de cotilleos y no me encontraba precisamente con un hombre desconocido por gran parte de la población.
Esperé a estar sentada para volver a hablar. Si,imaginaba que venía por y para algo, pero por una vez, no pensaba acelerar la conversación.
- ¿Como estas? - El tono de voz indicaba que no era tan solo una pregunta banal.- Si me fiara solo por que leo sobre tí, diría que estas radiante, colmado por el éxito, pero afortunadamente te conozco algo más que eso. Pareces cansado. ¿Que tal van tus asuntos con el PEH?

No sabía muy bien porqué le había hecho esa pregunta. Era raro escucharme hablar de política. Me interesaba, cierto, pero jamás expresaba ninguna opinión acerca de ello. Siempre había sido un tema delicado en mi entorno...

por Artema Sáb Ago 25, 2012 1:57 am

Malcolm comenzó a reír a carcajadas ante las ocurrencias de Dana y, justo en ese instante, se acercó una hermosa chica, probablemente replicante, para preguntarles qué iban a tomar.

-Yo un té de miel y manzana escarchada, con poco azúcar, y la señorita...- entrecerró los ojos, tratando de recordar cual era el pedido exacto de Dana. -Un "Poción de los Dioses", sin hibisco ni pasas y con plátano en lugar de mango.- dicho esto, la chica se fue satisfecha y Malcolm sonrió triunfal tras hacer gala de su memoria. Entrelazó los dedos para hablar más seriamente y dar énfasis a su dialéctica.

-Estoy... bien, no puedo quejarme. El divorcio me está sentando de maravilla, si Genna aún estuviera conmigo, ya tendríamos dos francotiradores castigándonos por la infidelidad.- de nuevo exageraba, pero en cierto modo estaba en lo cierto. La ex-esposa de Malcolm, Genna Juko, era una mujer extremadamente celosa y posesiva. Había aguantado con ella casi diez años, durante los cuales el tiempo había dejado una huella inexorable con forma de arrugas y otras marcas de edad por todo el rostro de Malcolm. Muchos de sus amigos le habían insistido en que se sometiera a tratamientos de reconstrucción y rejuvenecimiento, pero él aseguraba que envejecer es sólo otra hermosa consecuencia de la vida.

-De todas formas siempre has sido una mujer bastante capaz, así que no me andaré con rodeos que insulten tu inteligencia.- y sin embargo parecía obviar la pregunta sobre la política. -Mañana hay una fiesta aquí en Nipolandia y me preguntaba si querrías asistir conmigo.- alzó un dedo en el aire, como si fuera a puntualizar a un alumno y continuó hablando interrumpiendo la reacción de ella. -Antes de que empieces a divagar, no sería en calidad de pareja. Simplemente dos amigos que se reúnen con la Liga de Damas V y otros grupos aristócratas, para mantener una cordial conversación con Albert Namori...- se echó hacia atrás, triunfante y satisfecho. Había jugado todas sus cartas y, según creía, las había jugado bastante bien. Por muy buena que fuera Dana, no todos los días puede una cenar con el hijo de la Primera Ciudadana. Sin duda alguna sería algo a destacar.

por Dana Grishenka Sáb Ago 25, 2012 12:31 pm

Malcolm siempre era capaz de hacerme sonreír. Quizás, si hubiese tenido ganas, me habría preguntado que era lo que no había funcionado entre nosotros. ¿Cuestión de edad? Podría ser. Con 18 años las cosas se ven diferentes, y sin embargo, con el, la relación siempre había sido tan sana, tan...madura.

Sonreí. Había acertado completamente en la elección.

- Por lo que veo, soy muy poco original. ¿Tantos años llevo bebiendo lo mismo? ¡Recuérdame que la próxima vez me revele contra mi monotonía! - Quizás era yo la que había fallado. Él parecía pletórico, con ganas de vivir y siempre buscando cosas nuevas. El fracaso de su matrimonio no parecía frenarlo, sino todo lo contrario. - Bueno...si me permites el comentario, esa mujer no te merecía.

¿Y yo si? Bueno...que importaba ahora. Me centré en el tema de la conversación que sin duda era más interesante.
- Vaya vaya...Resulta muy tentador. No sabía que de repente te interesara tanto ese circulo pero será un placer acompañarte. Y ya que solo seremos amigos, no te pondrá celoso verme ponerle ojitos al hijo de la primera ciudadana... - Me reí. Aquel joven no me interesaba en absoluto, al menos no en ese sentido. La chica volvió con nuestros tés que desprendían un delicioso aroma. - Aunque ahora que lo recuerdo, quería asistir al concierto de Iuliana Sahidi con su hermano... - medité unos instantes. El concierto me apetecía más, obviando el hecho de que era en los suburbios, pero no podía dejar pasar esta oportunidad. - Bueno, Urian ya me conoce, llegaré tarde pero se lo esperará. Sin duda se encargará de entretenerse mientras, no me cabe duda. Así que tu eres mi primera elección.

Jugueteaba con la cucharilla, removiendo aleatoriamente el té a pesar de que no llevara ni una gota de azúcar.
- ¿En que estas ahora como para interesarte tanto en Albert Namori? Porque no me vas a hacer creer que tu oferta es desinteresada y que tan solo lo haces por mi... - Lo cual habría sido encantador pero había aprendido a no fiarme ni de mis propios padres...

por Artema Sáb Ago 25, 2012 11:37 pm

-Tengo algunos negocios con el señor Namori, no te lo voy a negar. Pero lo cierto es que, simplemente, quiero dejar constancia de mí en la vida pública. Es posible que necesitemos subvención para desarrollar el último proyecto del Rodas, una cámara de desionización radiativa.- Malcolm trató de poner su mirada más seductora y bebió un poco de su té. -Aunque, como comprenderás, para eso no te necesito. Lo que sí que me gustaría es contar con alguien como tú en el proyecto y, si de paso puedes salvarme de hacer un ridículo espantoso con mi inutilidad social, mejor que mejor.- Malcolm sonrió.

La mañana estaba espléndida, como siempre lo estaba en la Ciudadela. El aire puro que se respiraba en esos estratos de la ciudad no tenía nada que ver con el fluido gaseoso que vendían en los Discos, ya no dijéramos en los Suburbios... El hermoso rostro de Amanda resplandecía observándoles durante el particular desayuno.

-Intenta sopesar el peso que tendría un sistema de derradiación como el que tenemos pensado, podría implicar el sostenimiento vital de miles de mutantes. ¡Curar la mutación! ¡Como si de una varicela se tratara! ¿Qué me dices? Nos haría mucho bien tener a un prodigio de la genética con nosotros... Un prodigio en varios aspectos...- sonrió.

por Dana Grishenka Dom Ago 26, 2012 9:32 am

Sonreí.
- ¿Te has propuesto subirme la autoestima hoy? Porque te advierto que ando bastante sobrada de ella y como siga creyéndomelo tanto podría acabar siendo insoportable incluso para ti. - A decir verdad, quizás eso no era tan cierto. Últimamente, había perdido fuelle, pero no había nada peor que mostrarse vulnerable, y aún más frente a tus propios amigos. La compasión de estos podía ser más insoportable aún que el buen ataque de algún enemigo.

Bebí un trago del té mientras analizaba lo que me estaba contando.
- ¿De verdad? La idea me parece fabulosa. Lo que trato de entender es como vas a vendérselo al Namori para que le suene igual de bien. ¿Es un digno hijo de su madre o crees que su mente es mucho más abierta? - A decir verdad, Albert Namori era uno de esos famosos de los que todos creíamos saber algo y de los que, finalmente, no sabíamos nada.- En cuanto a mi, lo lograste. He vuelto a caer en tu redes... - bromeé.- Puedes contar conmigo. Seré tu relaciones publicas mañana, aunque no estoy segura de que lo necesites. Tu incivilizada conversación atraerá a más de uno. Pero sobre todo, cuenta conmigo en el proyecto. Estoy ligeramente estancada en mis investigaciones. A decir verdad... no se que busco exactamente...es posible que me esté volviendo loca y volviendo locos a los que intentan seguirme. Me vendrán bien ideas nuevas.

Me terminé el té antes de que estuviera frío.

por Artema Dom Ago 26, 2012 1:58 pm

-Bueno, sólo he tenido un par de charlas con él pero no parece como el resto de peces gordos de la ciudad. Al menos Namori permitía que los demás hablásemos y creo que es un hombre bastante cabal. Además no es que el título de Primer Ciudadano sea hereditario o algo así, pero creo que Albert tiene muchas papeletas para acabar en esa posición. Simplemente quiero asegurarme de que mi paso por este mundo no queda olvidado.- Malcolm continuó bebiendo de su té, estaba hablando demasiado y eso hacía que no pudiera seguirle el ritmo a Dana. Otro factor es que Dana era un animal de la Ciudadela, una criatura con horarios cuadriculados que no disfrutaba demasiado de las sorpresas y el desorden. Malcolm adoraba el caos.

-Aún no sé qué argumentos le venderé pero, si escucha lo suficiente, el proyecto se vende solo. Estaríamos hablando del paso más importante en la lucha contra la mutación desde que Isoka vio la luz de Amanda. Tengo que intentarlo al menos, así que muchas gracias por colaborar.- el hombre bebió de nuevo y sonrió. Miró a su alrededor y disfrutó de nuevo de las vistas que ofrecía la Universidad. Árboles, corrientes de agua y estudiantes V constituían un hermosísimo regalo a la vista. Si los de allá abajo pudieran contemplar todo esto, sin duda alguna estarían más cabreados.

-Háblame de tus investigaciones, lo último que oí es que estabas tratando de descodificar las diferencias entre la evolución metabólica que implica un genoma V de uno D.

por Dana Grishenka Lun Ago 27, 2012 10:02 am

Malcom parecía confirmar los rumores sobre el joven Namori. Capaz y amable, igual que su madre, con la diferencia que quizás, su pertenencia al PEH no era tan férrea.

- Los argumentos te saldrán solos. Habrá que ver sencillamente como actúan los demás y este es el mejor evento para poder analizar como podría caer la idea. - me detuve un momento intentando imaginar quienes estarían ahí. No tenía tan claro que pudiésemos hablar a solas con Albert teniendo en cuenta lo muy solicitado que estaría.

Volví a mirar al hombre que me acompañaba y tomé su mano. Se oyó una risita estúpida en una de las mesas de detrás. Había olvidado donde estaba pero continué, sonriendo a Malcolm.
- No tienes porqué agradecerme nada. Creo que aunque tu proyecto me pareciera una basura, habrías podido contar conmigo. - Bromée para no parecer tan transcendental.- pero sabes que estaré aquí cuando lo necesites.

Era tan fácil con él. No sabía como lo conseguía siempre pero sentía que quizás él era mi único amigo. Tenía esa sensación extraña de que si me caía, el sería el único que saltaría a buscarme, mientras los demás, como mucho, se compadecían de mi desdicha...
Aquellos pensamientos sin duda enturbiaron mis rostro, devolviéndome esa expresión sería que por desgracia, era más tipica de mi.

- Si, intento descodificar el porqué de cada mutación y porque no, adelantarme al cambio. Intento entender que nos empuja a cambiar y si nuestro DNA trata realmente de buscar esa perfección que ...tenemos los V. - Apoyé mi cabeza sobre la mano, como si quisiera acomodarla para pensar. - ¿Crees que solo somos los que nuestros genes dictan? Me refiero, ¿ Habrías sido igual si te hubieras educado de otro modo?

por Artema Lun Ago 27, 2012 12:43 pm

-¡Eh! ¡Creo que has dado con el quid de la cuestión!- Malcolm se retrepó en su silla y colocó las manos frente a sus rostros, gesticulando con movimientos grandes, objeto de su efusividad. -Durante miles de años, los seres vivos han continuado su lucha por la hegemonía en la pirámide alimenticia. No obstante, desde la desaparición de los grandes saurios hemos sido nosotros, prácticamente siempre, la voz cantante. ¿Por qué?- Malcolm se echó hacia atrás y golpeó varias veces su nariz, cavilando.

-Sin duda alguna, nuestra principal fuente de poder radica en nuestra inteligencia. Pero jamás hemos sido los más fuertes, ni los más rápidos y mucho menos los más resistentes. Y sin embargo... el cráneo de nuestros primeros ancestros sí que lo era. Sin duda alguna, si nosotros lográramos viajar hasta hace millones de años, en el nacimiento de la vida humana en África moriríamos, tanto tú como yo, por una falta de adaptación al medio clara.- Malcolm fue sobreexcitándose, comprendiendo un concepto que ni tan siquiera los Tribunos habrían tenido en cuenta.

-Tu inferencia sobre la dirección de adaptación del DNA es, cuanto menos, magnífica. Tienes toda la razón cuando cuestionas si nuestro DNA tiende a buscar la perfección genética que vende el PEH. Porque, realmente, no existe la perfección genética. Si , repentinamente, Isoka se destruyera y todos nosotros tuviéramos que vivir en la Umbra, los nacidos en laboratorio sucumbirían incluso antes que el resto, debido a que su genoma no está preparado para adaptarse a ese tipo de situaciones. Selección natural. Los V no son mejores que los D, simplemente han escogido sus genes para poseer determinadas características que, en otra época, en otro clima, les darían las de perder. ¿No implica la perfección una victoria asegurada en cualquier circunstancia? - volvió a su asiento, ya que prácticamente estaba de pie con su soliloquio. Bebió lo que le quedaba de té y sonrió, agradecido.

-Entiendo perfectamente las motivaciones de tu investigación, ojalá tengas resultados pronto.

por Dana Grishenka Mar Ago 28, 2012 10:15 am

Miré a Malcom detenidamente y durante un instante más largo de lo habitual. Entrecerré ligeramente los ojos, analizándole. ¿Como lo hacía? ¿Como se las apañaba para entenderme siempre tan bien?

- Algún día tendrás que recordarme que fue lo que no funcionó... - No había logrado callarme. Dejé pasar otro silencio, un silencio absurdo, como esperando una respuesta que en verdad no estaba segura de querer oir. - No...déjalo...que importa.- añadí sonriendo, como queriendo pasar página.

- Lo has entendido tan bien... Yo... - bajé un poco la voz y me acerqué un poco a él. Sentía la misma emoción por esta investigación que él pero no me había olvidado del lugar en el que estábamos. - Es muy delicado... los resultados podrían ser tan...desconcertates. Pero si combinamos tu investigación con la mía, si llega a buen puerto... - ¿A buen puerto? ¿Que clase de expresión era esa? - Si logramos establecer un informe preciso, podría provocar tanto revuelo, tantas dudas, tanto miedo...tenemos que ser muy cautos. Esto no son temas que deban tomarse a la ligera, ni en la Ciudadela ni en ningun otro sitio. Nos podemos crear muchos problemas y tenemos que estar seguros de las personas en quienes confiamos... - Me eché contra el respaldo de mi asiento. - Como el Namori y todo su séquito. Mientrás duren nuestros estudios, no nos vendrá nada mal y tanteando opiniones, ahora, que disponemos de tiempo para hacerlo sin levantar sospechas.

Ahora sí me sentía pletórica. No tenía ni idea de si mis investigaciones darían resultado, y menos aún si darían eso. Quizás estabamos divagando...pero al menos ahora sabía hacia donde podía enfocarlo, sabía que no era la única tarada que se lo estaba proponiendo, y sabía que tenía el apoyo de Malcom porque...¿Lo tenía verdad? ¿O ya estaba cayendo en mi primera trampa?

por Artema Miér Ago 29, 2012 11:24 am

-Cuenta conmigo entonces, Dana. A pesar del peligro que representan nuestras investigaciones, estoy seguro de que lejos de la hipocresía, a esta ciudad puede serle muy útil lo que deduzcamos. El problema es si metomentodos como Wisdom o la Tribuna de Cultura deciden meter sus hocicos en esto... andaremos con cuidado.- Malcolm suspiró ligeramente mientras la camarera les presentaba la factura del desayuno. Antes de que Dana pudiera hacer nada, la tarjeta de crédito de Malcolm se encontraba sobre el lector. Malcolm sonrió mientras guardaba la tarjeta.

-Sería una desfachatez permitir que pagaras cuando ya has accedido a acompañarme a la fiesta.- se levantó y se sacudió ligeramente las manos. Volvió a abrazar a Dana y se permitió el lujo de besar su mejilla. -Ha sido una grata conversación, como siempre Dana. Nos vemos mañana entonces.- sonrió y esperó la réplica.

por Dana Grishenka Vie Ago 31, 2012 9:25 am

- Bueno, sin tanto alardeamos de nuestra inteligencia, es el momento de demostrarlo. Podemos hacerlo bien sin llamar demasiado la atención. Mañana será divertido tantear... - Sonreí a Malcom.

La camarera llegó con la cuenta. Malcom se precipitó sobre ella sin que me diera tiempo a reaccionar.
- Gracias, lo usaré de excusa para que volvamos a tomarnos un té cualquier otro día. Me tocará invitar a mi. - Me levanté. Si, tocaba volver al trabajo pero ahora lo hacía con un poquito más de energía, aunque por lo general no me solía faltar. Le devolví el abrazo. - Hasta mañana entonces. Me has alegrado el día.

Comencé a caminar dispuesta a separarme ya de él. Di unos cuantos pasos y me detuve, volviendo a mirarle.
- ¡Ah... Me recoges mañana! - Había sonado como una afirmación, casi una orden, aunque lo acompañé de una sonrisa inocente. En verdad, sabía que no hacía falta ni decirlo.

Me alejé levantando la mano a modo de saludo.
- ¡Ponte guapo!

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